viernes, septiembre 28, 2007

Jodorowsky y un Milagro...


Siempre he creido en Dios, en su hálito de magia y milagro y su destreza insondable para mover las piezas de éste, su magistral tablero de ajedrez.
Siempre he disfrutado de estas líneas de Jodorowsky que he usado alguna vez y que ahora les comparto:

“Un arquero quiso cazar a la luna.
Noche tras noche, sin descansar,
lanzó sus flechas hacia el astro.
Los vecinos comenzaron a burlarse de él.
Inmutable, siguió lanzando sus flechas.
Nunca cazó la luna,
pero se convirtió en el mejor arquero del mundo.”

Hoy diré con la sonrisa del milagro y la magia llenándome cada rincón, desbordándome cada nivel y saliéndose por las costuras de mi corazón que éste arquero perseverante, de tanto apuntar a la luna... acertó a la cigueña.


(Y toy felí)

jueves, septiembre 27, 2007

Un beso del Paradiso

A la Alta magia de un Estridente Camaleón



Siempre estaba en el cine y soñando, aferrado a su butaca del Paradiso, los ojos entornados y la vista fija en la pantalla, maravillado, como si en ese solo ámbito de penumbras pudiese remontarse a mil sueños de nostalgias de los días más bellos del Burlesque y los años dorados de la Poesía y las letras.

Veía desfilar como en sueños a las más refulgentes divas de antaño, los galanes engominados se inclinaban en un saludo reverente ante su magia, Clark Gable, Marlon Brando, Gregory Peck, Cary Grant, el mítico Tyrone Power y las diosas de rubios cabellos le enviaban sus besos carmesís, Carole Lombard, la bella Pier Angeli, Kim Novak, Esther Williams, Natalie Wood y hasta Audrey Hepburn le invitaba a desayunar en Tiffany.
Lo conocí una tarde al borde de un abismo.
No estaba en la tarea de comprender idioma alguno sino más bien se había entregado al ejercicio de sentir sucumbiendo al milagro y a la magia.

“Soy un hombre de poca importancia”
Me dijo un día entre destellos de hojarascas y caricias de luna.
Soy un hombre de nuevos caminos, días, puertas, vuelos, colinas, senderos, campanas, mareas, muelles, girasoles, ramas, huellas temblorosas de tigres y sueños…
Soy felíz, escribiré versos apoyado en un declive del cielo y los pájaros migratorios me traerán los saludos de todos los poetas del mundo”
Pero no le creí.
Y no le creí porque ni él mismo ha podido darse cuenta de la importancia que tiene en el mundo del milagro.

Por él supe la historia de la creación de los conejos entre piedras doradas y copos resplandecientes, también aquella de los zapatos de cuyo interior fluía una música extraña y celeste.
Supe entre mesías y paraísos artificiales a través de su mirada la historia del anciano que regalaba a los niños ojos de vidrio para soñar, recibí de sus dedos el murmullo sonoro de la negrita marroquí que había perdido las alas, me contó entre susurros la danza del sol de tribus remotas y tejió en el largo de mis cabellos la historia jamás contada del origen de todos los resplandores.

Mi gran amigo.
Le vi enfilar raudo hasta perderle de vista aquella tarde del Forestal entre libros y prados verdes con sus inolvidables compinches bajo el brazo... Azorín, Cervantes, Quasimodo, Kavafis, Pizarnik,Homero, Barquero, Teillier, Machado, Miller, Anais Nin, Carpentier, Cárdenas... el maravilloso Cárdenas que un día cualquiera decidió morir entre versos.
A mi gran amigo, mago, hado itinerante y poseedor de la alta magia de un perfecto y estridente camaleón.
Mentecato muso de destellos, arlequín de rutilantes colores estremecido con el viento del océano... a usted estas humildes letras tejidas entre sus ires y mis venires, un homenaje, muy merecido y un beso desde la butaca del Paradiso.

miércoles, septiembre 26, 2007

Melodía de media tarde...

Nada de disculpas.
Solo lo cierto.
Tengo mucho trabajo y muy poco tiempo por estos días.
Me detengo en la media tarde para pensar en mis amigos, en los que me leen y en los que me traspasan la mirada desde el silencio, los que están lejos y las más cercanas, mis yuntas de 30.
Pienso en el correr de estos días que me huelen a vientos buenos, a vientos bellos.
No tengo nada de tiempo y sin embargo le pongo "Crear" a esta entrada y me siento a escribir.
Escribir es bello y acompaña cuando el trabajo sostenido casi no da respiro.
No importa, yo me doy este respiro, el sol de las 5 me da de lleno en la oficina y ya es un agrado en medio de esta Primavera.
Sugiero que apaguen la melodía de fondo de esta casa del castor para escuchar conmigo esta melodía de media tarde.
La oí en el Metro esta mañana y la he estado tarareando el día entero en medio del vertiginoso caminar de esta capital...



Nada importa mucho cuando respiro y tomo aire para continuar.
Sonrío en la espera sigilosa de una noticia maravillosa que sueño hilar real en los días venideros.
Sonrío en la amistad incondicional que no se apaga al cerrar sesión...Pancha, Fernando, flaca... Siempre...
Sonrío al evocarte día a día como desde el día primero de estos últimos 23 años donde tu mirada es luz y guía, tu beso el norte absoluto de todos mis versos y mi amor insondable la certeza que ni todas las letras del mundo serían capaz de llenar.
Sonrío en esta media tarde de un Septiembre bello que nos deja.
Suspiro entre versos,
Y vuelvo a trabajar.

lunes, septiembre 17, 2007

Putas que me gusta Chile

Na´ que hacer.
Soy patriota, patriota hasta las patas y chilena de tomo y lomo.
Hasta creo que si me hubiera tocado nacer en la época de la Reconquista de seguro habría andado a parejitas con Manuel Rodríguez y los húsares sorteando caminos y batallas.
Me gusta Chile, me gusta el vino tinto con carne y el blanco con mariscos, me gusta el aroma del humo cuando se prepara el asado y el carbón chirriando alrededor de una botella de cerveza.

Me gusta Chilito así tal cual, los senderos polvorientos adornados de parras y esteros y los quiltros que ladran en los caminos de tantos pueblitos que la batallan día a día entre los cántaros de greda, las cestas de mimbre o el saco de zanahorias, su gente guerrera, gordita, arrugada por el sol y sus manos con callos de tanto darle a la tierra.
Me gusta ver a los cabros chicos corriendo detrás de los volantines cortados, me gusta verlos echar "comi" con pasión de chilenos, de esas que nos sale fuerte y fregá cuando viene un extranjero a jodernos la pita, a decirnos que el pisco no es nuestro, que nuestra bandera no es la más hermosa del mundo o nuestro mar no es el más bello.

Me gusta el vinito con duraznos y ver a los curados zapateando una cueca con una empaná caldúa en la mano y en la otra el vaso plástico de chicha.
Me gusta el aroma de Valparaíso en cualquier época del año, las casas encaramándose en los cerros, las luces de los barcos, las mil gaviotas de nuestra costa inquieta.
Me gusta Chile entero, su Chiloé lluvioso, los lagos más bellos del mundo, las selvas indómitas, los campos de trigo, los valles generosos, su desierto imponente, sus ventisqueros, la cordillera silenciosa, los volcanes y el alma del pueblo de historia viva.
Me gusta estar en mitad de este 18 aunque ni siquiera sea 18 y que esta frase la entendamos solo los chilenos.
Me gustan los garabatos de mi patria linda, esos tan chilenos y que nos salen como de tan adentro, con tanto sentimiento,
Putas que es linda mi tierra.

Me gusta ser chilena, me gusta mi tierra de borrachitos de la Vega, de terremotos de la piojera, de perniles con ají, de cuecas, de humo, de gente linda, de poetas delirantes, de amores clandestinos.
Me gusta mi Chile lindo, na que hacer.
Feliz 18 y que siga la Fiesta!!!

jueves, septiembre 13, 2007

Aires de un Cicciolino


Me sobrecoge el gozo y la alegría.
No he contado mucho al respecto ni lo haré, sin embargo de los días sumergidos en lágrimas ya no queda más que el recuerdo y hoy despunto en sonrisas de primavera, de esas color amarillo, de esas de oreja a oreja.
Pues eso.



Y esta ha de ser la Segunda Carta de Navegación de nuestro viaje.


Cicciolino... entre la imagen difusa de tu perfil clarito clarito...
Has de saber que soy una bruta, así, en todas sus letras, que no se de trenzas ni vestiditos rosas, que me he guardado mil historias de hadas para no sé qué princesas escondidas en no sé que rincones de mi nostalgia o de mis futuros...

Qué no sé de tardes en sillitas pequeñas disfrutando de un té imaginario entre muñecas ni gatitos, no sé Cicciolino, no sé peinar con cintas, ni enseñar a tejer o a bordar entre tules y bailarinas.
Así que como nada de eso sé es que me siento tan feliz.

Pero de lo que si sé... de eso te voy a contar.¿Vuelas conmigo?
Pues mira, yo soy de las otras, de esas que prefieren andar saltando entre las ramas de los árboles para escribir poesía más cerca del cielo hasta esperar la noche.
Soy de las que ha enseñado con amor y disciplina militar, de las que ha batallado a combitos o jugado a los soldados, a las batallas, a la pelota, la que ha forjado guerreros para la vida.

Pues seremos secuaces entonces, los mejores, claro está, pero no le vayas a contar esto a nadie.
No contarás que nos escaparemos a caminar con pies de forajidos para trepar montañas escarpadas y convocar a los monstruos de los que nos reíremos hasta que nos duela la guata.

No contaremos nada de eso, seremos dos duendecillos inventores y deslenguados (tampoco digas que soy muy buena para decir palabrotas) seremos cavernarios a veces, vociferantes destructores de empalizadas, compañeros de relumbrantes armaduras en las mil historias que puedo tejerte hasta la luminosa faena del verso.

Tiraremos una moneda a la estrella de la suerte para seguir azules entre las nubes y contemplar a los cuatro vientos solo flores y campos de flores hasta la colina de las amapolas desde donde nos dejaremos caer como dos duendes despavoridos, huiremos de las reglas, nos esconderemos en una fábrica de chocolates entre negritas y alfajores y nos matricularemos en la escuela de canto de pájaros poseedores de toda la magia y la belleza.

Cuento contigo en el afecto de las manos como cómplice de las más dulces fechorías con pompitas de jabón y bigotes de leche con plátano, cuento contigo en la travesía de remover las hojas de los árboles, en los viajes al infinito coronados de aves migratorias, cuento con tu manito de cielo hasta tumbarnos de agotamiento en la orilla del mar para que el viento nos hable con su voz de plata, las nubes nos traigan todos los sueños y el respirar abra todas las puertas invisibles hacia los reinos de las apacibles colinas.

Y seremos indios, piratas, guerreros, capitanes, soldados, poetas de la buena siembra, locos inventores, compañeros de letras que mirarán a los ángeles desfilar y nunca, nadie lo sabrá jamás.

lunes, septiembre 10, 2007

Aún...

Aún nos quedan letras.
No creas que la rueda del molino ha de encadenarme para siempre,
no creas que puedo tan facilmente sucumbir al hastío y al olvido.

A veces me pasa, claro, de vez en cuando sucede, que no me fluye el verso, ni la poética ni la crónica (pues el cuento nunca me ha fluido), tampoco me fluye la magia y la consigna es darse no más a la labor diaria, a las tareas remuneradas, a las responsabilidades del día a día que día a día del mismo modo intento gozar ampliamente en la colmena del mejor de los besos.

No es más que eso, no podré abandonar este rincón por más que me lo proponga, es falta de tiempo y agotamiento aunque los días libres me han devuelto el vigor de los ciclos.
Y te extraño.
Te extraño las letras como te extraño el perfume del aliento conjurado en mil escritos, te extraño el verso de nieve como te extraño la poesía, tu capacidad de evaporarme la sangre, te extraño la musicalidad en el oleaje, el verano que es invierno y el invierno que es verano, te extraño el aura de espejismo y el arte de transformarme los huesos en espuma.
Pero no importa.
No importa, lo ves...porque vuelvo, porque de cuando en cuando recuerdo que es a las letras donde pertenezco, al fluido genuino del alma colándose entre los dedos y los pliegues de la piel que el tiempo va borrando en las pupilas.
Voy y vuelvo, nunca lo dudes y si un día no retorno, sabrás que la hojarasca de tanto tiempo conjurado me ha llevado quizá a volar más alto.

Que al final de todo está la libertad para mostrar el camino que me lleve de vuelta al verso.
Y al fin morderte los labios con un sabor cargado de boca dulce.
Que al final de todo solo está la libertad
Unicamente la libertad.