viernes, enero 22, 2010
martes, enero 12, 2010
Fin al fin
Y como cosa rara no me dio rabia no entender.
Busqué algo en google y me saturó de Cortázar.
Es por eso que ahora he copiado y pegado la primera imagen que el buscador me lanzó, así, como para poner algo.
Nunca me gustó mucho Cortázar, tan de enredos, tan de chamullos y yo, yo no soy de chamullos existenciales. Más bien soy simple.
Demasiado simple.
Eso soy.
Y me alcanzó el candado que me venía siguiendo hace rato, lo andaba trayendo en la mano medio oxidado pero me di cuenta que de verdad lo necesitaba.
Me agrada, deben saberlo, eso de cerrar ciclos creo que es un deber impostergable, siempre hay cosas nuevas por hacer. Eso me seduce enormemente.
Hoy digo al fin:
¡Atención señores, hasta aquí no más llego!
Ya me he mareado de tanto navegar y me anclo a tierra porque lo que se vive de este lado es tanto más bello y solemne que ni hasta el tiempo alcanza para seguir soñándose soñadora.
Me agrada poder decir: Fin de ruta y virar.
Han pasado 5 años y 5 años es un buen tiempo para hacer girar la vida.
Gracias a todos los que han venido, a todos, sin distinción.
Este blog llega a su fin.
Ya seguiré en mis andanzas por otros sitios dedicados a otras creaciones menos enredosas.
Atento castor, puede usted cerrar su puerta.
Adiós y gracias.
lunes, diciembre 28, 2009
Fin de ruta
Y me paro ahi en la puerta del Mentecato ese, (uno de varios que intento dejar y no, no se puede)
Y yo pensando en lo bueno que sería poner un candado y decir por ejemplo:
"Bueno, soy muy amiga de poner candados, de finalizar, de despedirme y dejar este sitio así, tal cual, con sus brillitos jugando a dar mensaje en el side bar y la crónica de un castor que mira en silencio el camino recorrido"
Ya he dicho todo lo que pienso, pienso.
Ya he escrito todo lo que he querido, pienso todavía,
ya he soñado, ya he jugado, ya he herido, ya he aprendido, ya me he divertido, ya he optado, ya no te necesito Casa del castor.
Y cuando decido pasarme una vez más este 28 de Diciembre por esos cuatro últimos blogs que dejé en el bloglines me sacude el cartel de mi brujo payaso que reza:
"Que la magia continúe, Dónde? En cualquier lugar. En ustedes. Siempre"
Y el candado se me oxida entre los dedos.
Pues magia es la que me corroe y corrompe y me inclina a las coincidencias y a los desginios.
No puedo todavía.
Seguro lo haré.
Pero ya no será esta tarde.
Un beso a todos los que pasan de vez en cuando por este rincón remoto a dejarme sus sabores de mareas.
Feliz año 2010.
Y yo pensando en lo bueno que sería poner un candado y decir por ejemplo:
"Bueno, soy muy amiga de poner candados, de finalizar, de despedirme y dejar este sitio así, tal cual, con sus brillitos jugando a dar mensaje en el side bar y la crónica de un castor que mira en silencio el camino recorrido"
Ya he dicho todo lo que pienso, pienso.
Ya he escrito todo lo que he querido, pienso todavía,
ya he soñado, ya he jugado, ya he herido, ya he aprendido, ya me he divertido, ya he optado, ya no te necesito Casa del castor.
Y cuando decido pasarme una vez más este 28 de Diciembre por esos cuatro últimos blogs que dejé en el bloglines me sacude el cartel de mi brujo payaso que reza:
"Que la magia continúe, Dónde? En cualquier lugar. En ustedes. Siempre"
Y el candado se me oxida entre los dedos.
Pues magia es la que me corroe y corrompe y me inclina a las coincidencias y a los desginios.
No puedo todavía.
Seguro lo haré.
Pero ya no será esta tarde.
Un beso a todos los que pasan de vez en cuando por este rincón remoto a dejarme sus sabores de mareas.
Feliz año 2010.
lunes, noviembre 16, 2009
De quererte así...
¿Te gusta Aznavour amor?
Es como estar pololeando esto de tenerte lejos, esto de saborear los momentos juntos como si tuvieran más aliño y condimento.
Esto de tenerte lejos, a ratos, no es tan malo, pienso... y escuho a Aznavour...
Siempre me gustó esa voz como de noche suya, esa invitación a oler el nocturno, a pasar la pesadumbre entre volutas de pasión, de poesía...siempre me gustó este Charles y su entusiasmo por cantarle a la nostalgias así, sin pena.
Y lo escucho hoy como si al oído me soplara las brisas de todo lo que tengo...cuando no te tengo...
De quererte así hasta enloquecer, de rogar por ti, de llorar por ti...
Y no es melancolía la que me inunda, es más bien una sensación de "Qué bien hemos hecho esta vida tú y yo juntos"...tú contando, yo escribiendo, tú describiéndome en cifras, yo soñándote en letras, tú amando mis estructuras y yo adorándote en abstracto..tú pensando, yo soñando, yo volando y tú...tú haciéndome el mapa del mundo tal cual es...
El mundo que has construido para mi...
De quererte así con mi alma y mi voz, hasta olvidar el nombre de Dios para no nombrar más que el de mi amor...
Porque no es tan bella la versión de Luis Miguel...ya sabes, tampoco es que vaya por el mundo buscando temas antiguos y dedicártelos ni recordarte a cada rato, Pero éste es como nuestro...yo lo oigo...y es como nuestro. ¿concuerdas?
Que me quedará de quererte así tan solo mi voz que se apagará, tan solo mi amor, triste y sin color, tan solo mi piel, sin sabor a miel y mi gran temor de quererte más y más...al morir
Y bueno...no todas las frases se ajustan tanto, eso del dolor y del sufrir, eso de mi amor triste y sin color, tú bien sabes que todo es luz Nan, destellos, suerte de banquetes floridos cuando comulgamos tú y yo.
Y acá en esta distancia que va y vuelve, en este andar donde yo sostengo por acá y tú afirmas por allá, te espero.
De quererte así con un gran dolor hasta destrozar este corazón, sin poder gritar sin tener razón, que me quedará de quererte así. Tan solo un amor que sufre por ti, que muere por ti.
Yo te amo, ese es el mensaje único que deshago entre estos dedos... y sé que ya lo habías descifrado desde y hasta siempre.
Clau
jueves, noviembre 05, 2009
Presagios...
Esta es la entrada 255.
Quizá después ya no tenga tanto tiempo.
No importa.
Se viene el fin de un ciclo y a veces me dan un poco ganas de llorar.
Otras no tanto.
Llevo 8 años en esta oficina helada de techos altos, en esta casona del 1600 adosada a la parroquia y trabajando para que todo en la Iglesia católica funcione mejor.
Para que los chicos que cursan la Universidad tengan un poco de luz y salgan mejores personas, o al menos se sostengan en la fe en lo que duran sus carreras.
Y me ha gustado.
Han sido buenos años, luminosos, llenos de carreras, de trabajar sostenido bajo presión, bajo amistad, en el frío, en el calor, en todas las estaciones, en todas las celebraciones, creciendo en el espíritu, en el darse.
Sentada aquí, en este escritorio, tras la pantalla fue cuando en mis ratos de ocio por las tardes de invierno conoci este mundo blog.
Y tuve tiempo y lo he tenido.
Ha sido aquí bajo estos techos centenarios que he tenido también la libertad para ser quien he sido, para expresarme, para conocerme y reconocerme, para decir que no, para decir que si, para abrir los brazos a los amigos, para descartar las distancias, para besar a lo lejos y hasta para derrarmar algo de poesía que me fue tan liberadora. Ya no.
Es parte del irse descubriendo, de dejar atrás, de reconocerse distinta, de aceptar los cambios, de descubrir nuevas artes, de sguir aprendiendo, indagando, maravillándose, de no estancarse.
Ya estoy libre, libre de mi misma y a la vez consagrada a la devoción de mi propio ser quien soy.
Y me encanta.
Me encanta haberme descubierto en toda mi magnitud, me encanta saber que no puedo descartar a ninguna Claudia, ni a la de mal carácter, ni a la intolerante, ni a la dulce, ni a la maga, ni a la creadora ni a la destructora, ni a la quieta ni a la inquieta, ni a la que abandona ni a la que sostiene con pasión.
Soy quien soy en toda mi grandeza y en toda mi miseria, pudiendo abandonar y retornar cuantas veces desee...
"Soy enorme y contengo multitudes" (decía Whitman)
Seguramente no tendré tanto tiempo.
No importa.
Siento que se cierra el ciclo y debo partir.
Agarrarme a la bandada de aves migratorias y cambiar de planeta.
Dejar estos techos, estas luces añosas, las caras, la rutina de este teclado, las paredes amarillas, las risas, los descansos y el tiempo que he tenido para crear todos estos blogs en los que dejo parte de casi todo lo que soy.
Casi todo, la madre, la creadora, la que escribe.
Solo me he reservado de escribir (o lo he hecho muy mesuradamente) el instante íntimo de esposa y de amante.
Eso es sagrado, mi tema, nuestro tema. En fin.
No me despido porque nunca lo hago.
De verdad nunca me he despedido verdaderamente de nadie pues soy una firme convencida que la vida así como separa vuelve a unir.
(Y gracias a facebook también he reafirmado esta creencia. Amigos de los 5 años vuelvo a abrazarlos con la nostalgia acumulada).
No hay separaciones ni distancias posibles cuando se deja uno efervescer por la nostalgia y edificar con los recuerdos.
Seguramente tendré menos tiempo, no importa.
No sé cuando partiré, espero eso sí hacerlo pronto, Diciembre, Enero...quien sabe.
Estoy muy esperanzada.
Me espera una señorita en quien volcaré los siguientes mejores años de mi vida, mi luz, mi sol, mi ángel bello, mi ave de alas blancas.
Seguramente (pues seguramente) vendré de vez en cuando a abrir las ventanas y dejar entrar el aire.
Seguramente (y pido disculpas por ello) ya no podré seguir visitando a mis amigos, ya ahora lo hago casi nada y con toda certeza después menos.
No importa tampoco pues, como he dicho, la vida reúne nuevamente y el cariño, tal cual uno le echa ramas a una hoguera siempre es posible volver a encenderlo.
Se viene el fin de un ciclo, y eso amigos míos, es una gran alegría.
viernes, octubre 02, 2009
Drag Queen
Nadie entendió nunca a esta criatura de fábula en la penumbra del mundo
Como si desapareciera de día y se encendiera de noche bañada de tormentos, balanceando sus angustias de amores desquiciados en la melancolía del ron.
Nadie entendió nunca el destello de su sonrisa de ave nocturna revestida de diosa, comprando con su breve pena el abismo de su alma, escondiendo por las noches el encanto viril de afeminada naturaleza del que se compadecía de día.
Había un cierto dolor en cada muestra suya de locura, en la sonrisa que dibujaba cada noche de carmín para contarle al mundo, en el disfraz de reina soñada, todas las ventajas ganadas al tiempo para no darle la posibilidad al llanto, soñando en cada paso el camino de su historia aspirada de violencia y condensada de todos los dolores del mundo.
Era la reina del cabaret, la que sobrevivía apenas en el deslumbre de sus lentejuelas hasta la noche en que le vio y abriéndose paso entre el humo y el perfume barato concentró su mirada en la mirada del hombre que la dejo sin aliento y asì, durante largo rato y sin saber por qué, sostuvo esa mirada, la sostuvo ilusa, como si no aventurara la hipocresía de su desdén, como si no estuviera ya acostumbrada a los caprichos de la noche.
Y sedienta de amor creyó en sus labios, le acaricio la sonrisa con sus dedos largos acostumbrados a la oscuridad y a las tinieblas y en el aroma trasnochado percibió la promesa del amor largamente esperado.
Puso orden a su mansarda de puerto, a su sucucho pobre sofocando el aire de su perfume ardiente, recogió las ropas puestas a secar en el cordel que atravesaba la habitación con el sigilo y la rapidez asombrosa de quien se ve intimidada por la propia miseria de su bruma, arregló sus cabellos, sus uñas y sus labios, e iluminó sus ojos de perra en celo casi con tanto esmero como lo hacía por las noches, se llenó de collares y pulseras y se sentó a esperarle en la ventana, sorbiendo su vino, sonriendo en la apuesta de su penumbra íntima, tejiendo futuros, atrincherada contra el destino y la vista fija en el horizonte.
Y mientras esperaba comenzó a escribir, a derramar versos como presagio y conjuro de su existencia, porque escribir era la sola calma que le ganaba a la angustia, luchando contra las horas para no derrotar en la espera el sueño nunca olvidado por años en su corazón.
Y continuó esperando ya sin saber por qué, aunque las horas pasaron y los días se contaminaron de ansiedad, porque le ilusionaba, porque veía en la espera del amor soñado el palpitante llamado a barrer con la suciedad de tantas noches de amoríos siniestros, de sueños de princesa al fin rescatada de su torre, de su existencia de pobre travesti concebido por las heces de su estirpe.
Nadie entendió nunca a esta criatura de fábula en la penumbra del mundo viviendo en el equívoco la tarde de mil esperas sin recompensa cuando decidió nunca mas volver a maquillarse, porque ya no cabía el color en los tintes desgastados de la mueca de su máscara ni el dolor atragantado que le trancaba la sangre.
Nadie entendió nunca a esta criatura de fábula en la penumbra del mundo hasta el final del crepúsculo fragoroso, con la paciencia devastada y el alma hecha pedazos y aferrándose a los recuerdos como última ofrenda antes de rodar hacia el abismo encendió un cigarrillo y suspiró.
lunes, septiembre 07, 2009
Es algo que ocurre a diario...
" Y cuando te hayas consolado (siempre se encuentra consuelo) estarás felíz de haberme conocido. Seré para ti único en el mundo...serás para mi único en el mundo..."
(El Principito)
Despídete de tu hermano con un beso y un abrazo, le dije al Claudio cuando su hermano menor se iba a trabajar- Uno nunca sabe si será la última vez que se vea. Y uno debe despedirse, siempre y cada vez además de recibir el nuevo día dejando todo lo malo en el día anterior, como pasado.
Eso pienso, pienso en la muerte a cada segundo no como la presencia del mal sino como en una acompañante de la vida.
Pienso en el infortunio y la fatalidad como aquello presente y latente no como una amenaza constante a la paz sino como una probabilidad a la que debemos someternos y aceptar.
Pienso en la fragilidad de la vida del mismo modo en que pienso en su belleza y en cuánto vale la pena estrujarle el jugo de cada segundo. No pienso la vida como el tránsito inevitable a la muerte.
Más bien pienso la muerte como hermana de la vida, como coronación a su trascendencia. Y eso quiero internalizarlo.
Y lucho por ello para poder poner en práctica estos pensamientos cuando me toque enfrentarla.
¿Qué es la muerte?
Es algo que ocurre a diario.
Y es una pena que en nuestra cultura no sea sinónimo más que de desastre y tristeza cuando en otras culturas es celebrada, respetada y venerada.
Yo espero que todos los que han sufrido la pérdida de un ser querido puedan sentir en el corazón que tras una muerte todo cobra un nuevo sentido, que cada minuto vivido junto a la persona amada que ha partido sea el combustible que nos alcance para vivir mil vidas nuevas.
Hoy quiero dedicar estas líneas en un abrazo especial a un muy querido amigo.
Te acompaño, como siempre y cada día, en un abrazo compañero.
martes, septiembre 01, 2009
Al niño que fuiste
"Si todas estas excusas no fueran suficientes,
quiero dedicar este libro
al niño que esta persona mayor fue en otro tiempo..."
(El Principito)
A veces los recuerdos son tan vivos que parece que voy a volver a ellos. Que en cualquier momento voy a estar de nuevo con mi par de chapes entrando por la puerta de Mallinkcrodt, besando a mi mamá y yéndome a mi sala por las baldosas rojas.
Todo huele, a veces siento hasta los aromas del bolsón y la punta del lápiz mina.
Hay veces en que creo que nada de esto es verdad, que no estoy en esta oficina ni que tengo 3 hijos bellos, que todavía tengo 6 años y el mundo es nuevo y gigantesco y se ven militares en las calles porque aún es muy normal y la plaza de la calle constitución está igual de hermosa e intacta.
Y no es tan lejano, a veces, cuando me ataca la nostalgia, me gusta caminar por esas calles lindas de plátanos orientales. Ahora, claro, está lleno de pubs y restaurants pero en aquella época era un barrio de vecinos, con vida de calle, de niños en la plaza, de aroma de membrillo.
Esto me pasó porque ayer me viniste a ver, no te creas que ando todos los días de nostálgica por el mundo aunque es un estado que me sume en ensueños y por el que quisiera pasar más seguido perdiendo el tiempo (es tan lindo perder el tiempo en la nostalgia)
Qué ha sido lo mejor de facebook me preguntó mi hermana hace poco.
La primera infancia, fue lo primero que pensé. Traerlos de vuelta, volver a verlos, a saber de ellos.
El Guillermo y la Pamela y el Alejandro, la Joyce y si encontrara también al Bill y al Jadue pues sería magnífico.
Ha sido lo mejor pues sentía que la vida se los había llevado ya tan atrás, tan lejos en el tiempo que aunque los viera por la calle hoy me hubiese sido muy dificil reconocerlos.
No quedaban registros, ni direcciones, ni teléfonos, mucho menos el e-mail. Apenas el recuerdo, unas cuantas fotos, la idea vaga de donde estuvo su casa, siquiera el nombre y el apellido.
Sin este medio habría sido imposible, imposible.
Y eso, el Guillermo sonríe y sus ojos brillan del mismo modo que hace 30 años.
Y eso, En tus ojos Alejandro también brota el que antes fuiste.
Y nada, me traje el álbum viejo para escanearlas todas.
Y nada amigo, no pienso perderlos de nuevo, no quiero. Aunque quizá no nos sirvamos para nada más que para ahondar en la nostalgia, para recordar olores, para traer en esta primavera a los aromos en flor del patio de aquella escuelita vieja a la punta de la naríz.
Que lindo, que importante.
Un día de estos vamos a ir a caminar por esas calles de nuevo, a tomarnos algo juntos, a caminar.
Un día de estos vamos a volver a oler a Bellavista.
Un día de éstos...eso haremos querido amigo. Eso haremos.
viernes, agosto 21, 2009
Mar adentro
A veces también me baja la nostalgia sabes?
Son las menos de las veces pero viene y ataca y uno sucumbe y los dedos sucumben y este papel amarillento que suelo soñar mi blog sucumbe también a ese oleaje que te vio partir.
Me entra la nostalgia revisando escritos viejos, rescoldos de sueños de otras épocas cuando la pasión era un exceso de absoluta propiedad.
Se extrañan esos tiempos aunque ya los miro con distancia.
A veces claro, dan ganas de recoger lluvias y empaparse de nuevo de tintas turbias y dar rienda suelta a las letras.
Pero el tiempo no alcanza.
No alcanza ya para entrelíneas ni opios, alcanza apenas para dar cabida a esta felicidad de alma, de bronquios, de pecho, de vientre en que se ha transformado el ángel nuevo que llegó a mi vida.
Alcanza y falta para eso.
Hoy me di acaso una tregua para recordar pues ha pasado largo tiempo.
Son varios los que nos hemos dado un poco a la nostalgia.
Yo te recuerdo, claro, porque fuiste mi inspiración. Porque me llenaste de océano y me hiciste navegar mar adentro, mar adentro en lo más profundo de mi. Mar adentro y alto. Alto según alcanzaron tus alas de bicho negro.
Te recuerdo solo en los momentos de destellos, claro, pues los de furia me los reservé siempre para desollarte bestialmente con mi comando de aquello que quiso ser verso.
Debe ser este Agosto que se asoma en lluvias, debe ser la Pancha que me sume en la nostalgia, la flaca poeta del hielo que viene y me incita ¿Y si escribes algo bien nostálgico? me dice.
Y no puedo flaca, pero no sé, mira, ando así, como recordando pero bueno...
Y mi brujo payaso mira desde su cama de hospital aquellas nubes oscilantes cargadas de mar.
Y vuelvo al mar.
Estarás aún ahi...navegando en tu locura?
Yo sé que estás (siempre supe como encontrarte)
Hay veces en que te extraño.
Las menos, claro.
Mar adentro
mar adentro
en la inmensidad del fondo
donde se cumplen los sueños,
se juntan las voluntades
para cumplir un deseo.
para cumplir un deseo.
Tu mirada y mi mirada
como un eco repitiendo
sin parar...
sin parar...
Mar adentro
Mar adentro
hasta más allá de todo
por la sangre
por la sangre
por los huesos
Pero me despierto siempre
y siempre quiero estar muerto
para seguir con mi boca
para seguir con mi boca
enredado en tus cabellos.
(Ramón Sampedro)
(Ramón Sampedro)
*
lunes, agosto 10, 2009
Quedamos los que puedan sonreír...
El que sabe sabe y el que no... al viento (por no mandarlo al diablo)
Creo que sí he hecho grandes amigos en estos 4 años.
A las minas de 30 no las cuento porque pasaron a la categoría de hermandad, de brujerío fraterno, de pedazo de alma.
A los que cuento son a los que componen olas para seguir en la marejada.
A los que cuento son a los que me sacan lágrimas, que crecen y decrecen, que me iluminan, que no reculan, que soportan (en toda la inmensidad de la palabra soporte)
A los que cuento son las que han venido a dejarme algo y ni siquiera lo saben y ni se les ocurre insinuar que viene a aprender de mi.
A los que cuento son a los que me construyen y lo siguen haciendo. A los grandes, a los que SON así y no se ha PUESTO así.
A los que nacieron con la iluminación por genética y no se andan enchufando a electricidades ajenas.
A esos los cuento y no los dejo aunque hace rato que ande volando por otros rumbos.
Ni a Mentecato
Ni a Ferrada
Ni la Butaca
Ni a Art Pepper
Ni a las Ventanas
Ni a Clara (de Fernando)
Ni al Profe Carvallo
Me niego.
Hay blogs que nunca dejaré de leer.
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