
Uno debiera ser siempre fiel a sí mismo y no hacer no más que lo que tenga ganas de hacer.
Uno debiera en su espacio propio sentirse siempre en la libertad de hacer y decir lo que le parezca.
Y esa ha sido mi lucha constante al escribir estas páginas.
No lograr dejar de pensar en los ojos que la leen.
Y pierdo, más seguido de lo que quisiera, esa libertad de expresarme.
Como ahora, por ejemplo, en que por estos días me mueve la vida interior y no las ganas por escribir.
Por tanto aplico actualizar hoy para dejar a mis amigos esa tranquilidad de saber que estoy bien y que no los olvido.
Porque me han escrito varios y entiendo su delicada preocupación.
Sin embargo, por estos días me bato en la deliciosa rutina de esperar a mi bebé, que crece y se fortalece sin mayores problemas, que cree que la panza le pertenece por completo (y en rigor así es) porque se desplaza desde los más recónditos rincones hasta los lugares más insospechados generándome los más exquisitos sentimientos y sensaciones que una mujer puede sentir.
Sensaciones que hace tanto no sentía y que extrañaba desde que tengo uso de mi nostalgias.
Que sigo en los mails, como siempre, que sigo ahora en el ya tan célebre Facebook encontrándome con amigos lejanos que ya hacía yo viviendo en quien sabe qué galaxias.
Y sigo estando también, como siempre haciendo labores de editora en el blog de las Mujeres chilenas de 30 en quienes he encontrado la hermandad de una cofradía y la mística necesaria para hacer del batir de alas diario una razón más para que valga la pena estar vivo.
En ese blog me encontrarán escribiendo sagradamente Viernes por medio...es mi deber.
Por tanto dejo un abrazo enorme a mis grandes amigos de siempre que pasan y saludan, por cierto a la Gran Petra, mal portada número uno, a mi Fran, a Mentecato, a Diana, a Art Pepper, a Polaroid, al profe Carvallo, a Fernando, a Rodrigo y a todos aquellos que en algún minuto de la vida han pasado y pensado en los pasos de esta Castora.
Sigo en la dulce espera de mi Castorcita y al que quiera encontrarme...pues solo basta un toco toc en esta puerta.... que la abriré con todo gusto como con todo gusto les he abierto mi corazón.