viernes, octubre 07, 2005

Tareas Pendientes


Nunca he sabido mucho para que sirven.
Nos los imponen en la vida como tantas otras cosas impuestas.
Escogen a los amigos de turno, al yunta del instante, a ese que es compañero de parrandas, sociate, compipa, y se arma la fiesta.
Todos impecables en la Iglesia, las fotos, las tías, los niños corriendo...
La guagua nueva, el trajecito blanco, la familia reunida, el pollito con arroz, harto copete y bailoteo.
Guatón Falabella creo que le llamaban al mío, íntimo de mis viejos, era el amigo con plata, el que iba a todas.
Y eso fue todo lo que supe de él.
Jamás cumplió función alguna, ni ornamental, ni monetaria, ni sentimental.
Jamás sufrí su ausencia ni su presencia, lo único que quedó de él fue un par de fotos en blanco y negro.
Me sostenía en brazos al lado de mi tía, mi madrina.
Nada más, sólo el daguerrotipo de su traje lustroso y el pelo engominado.
Él se esfumó por los caminos de la vida y por los devaneos de las amistades.

Muchos años después supe que era comerciante, que vendía ropa en un puestecito del centro, en la calle, cuando la fortuna dejó de sonreírle y tuvo que sortear al destino con las armas que le quedaban..

"Si un día andas por ahí, pasa a saludarlo" me decía seimpre mi papá.
Y a pito de qué, decía yo, si no tengo nada que cobrarle, es más, ni lo conozco.

"Le dio diabetes a tu padrino", me dijeron en otra ocasión.
Pucha que pena. Pero...la siento de verdad?

"A tu padrino le amputaron los dos pies, y sigue en su puesto del centro, por si andas por ahí"

La verdad es que he pasado por esa esquina cientos de veces, y lo he hecho a propósito para mirarle de lejos.
No hay cariño de por medio, no hay sentimiento alguno por aquel hombre que un día nombraron mi padrino, le veo de reojo con el respeto y la distancia que me produciría cualquier discapacitado.
Pero hoy, hoy no sé que me dió.
Y eso que andaba acelerada, como siempre, ocupando la hora de almuerzo, en compras insignificantes para mis mil ideas.
Y lo miré, lo miré y pasé de largo, como tantas veces.
Pero esta vez me detuve a los dos pasos, lo miré a los ojos, me miró sin gran interés como a tantas otras clientas que pasan a diario por su carrito frente al mercado, tenía los ojos vidriosos y la mirada medio perdida en algún punto del tiempo.

¿Don Jorge?
Sí?
Don Jorge, lo paso a saludar, yo soy su ahijada, la hija de ...
Sí, de mi compadre Keko, la única ahijada que tengo - me dijo.
Como está mi comadre?
Mi mamá? Ehhhh, bien, linda, joven está mi mamá, regia, trabajando por acá cerca.
Y usted?
Bueno, yo, aquí, como me ve, enfermo.
Bueno, lo dejo, era eso, cualquier día paso de nuevo.
Gracias por venir mihijita.

No sé si fue una alegría o no, si fue lindo o no, no sé.
Pero era una tarea pendiente, de ese tipo de cosas que uno sabe que tiene que hacer antes de morirse.
No hay vínculos, no hay cariño, no hay afecto.

Él siguió ahí, en su silla de ruedas, atendiendo su carrito con los ojos vidriosos y la mirada perdida como lo ha hecho quien sabe por cuantos años.
Ahí quedó en su puestecito de ropa de San Pablo con Puente, afuera de la ferretería.
Cuando anden por ahí, dedíquenle una mirada a modo de saludo, de mi parte.
Ahora ya sabrán que ese viejito en silla de ruedas, Don Jorge, es mi padrino.
Yo?
Yo cualquier día paso de nuevo.

10 comentarios:

Tontograve dijo...

vaya....
volviendo a los pasos de los relatos con mas piel que miel.
muy lindo.
mucho.

Laura dijo...

Es cierto lo que decís. Siempre nos hacen creer que hay algo más por hacer, aunque las verdaderas tareas pendientes que tenemos los humanos sean muy distintas.
Muy lindo tu blog

Anónimo dijo...

que capacidad de describir situaciones...un aplauso y espero quetengas la tranquilidad de seguir escribiendo...
abrazos

Fernando dijo...

Ojala no hayas logrado un desfile de bloggers delante del probre gordo.

No lo vas a creer, pero mi primer disco solista se llamara "cosas pendientes", hace rato lo decidi.

(Capaz que ponga una foto del padrino por ahi...y no me refiero a Vito Corleone)

Indianguman dijo...

Increíble, hermosa historia de la ciudad que amo, llena de seres que pululan, cada quien con sus historias, con sus tareas pendientes, sus ojitos vidriosos atisbando en las soledades que quizá puedan compartirse, por un momento...
Por algún motivo, que por cierto no es el padrino al que no conozco más que por fotos en blanco y negro, esta historia me ha tocado mucho mucho.

Un beso, chasconcita!

Gullveig dijo...

Querida amiga,
He vuelto renovada y energica, y me he venido a tomar unos matecitos amargos con usted, a leerle y a disfrutar el calorcito que una siempre encuentra en la casa del castor.
Muy bueno tu relato y me he sentido tocada por el, en ambos sentidos, mi padrino siguio el mismo patron que el tuyo. Pero yo, lo confieso he sido una mala madrina. Buaaaaaaaaaaaaaaa!

Lety Ricardez dijo...

Querida Kiantei:
En verdad bellamente sincera la historia, dolorosamente triste tu relato, generosa tu actitud, ojalá regreses en verdad un día. Mi experiencia distinta, como muchos de nosotros fui bautizada, confirmada, hice la primera comunión, cumplí quince años, me gradué y me casé. Siempre con la misma madrina. Elegida libremente por mí conforme crecía. Cuando bauticé a mi primer hijo ella fue la madrina ¿sabes por qué? simbólicamente volvía a ser mi madrina de hijo, como si me hubiera ayudado a parirlo, nunca mi comadre.
Te dejo besitos y perdón por extenderme en mi historia, pero es otro mérito de tus textos, nos llevas a pensar en la vida, la de todos los días

tyare dijo...

Mi caso es muuy diferente tu ya sabes, pero los padres no siempre eligen lo mejor a la hora de los bautizos, y muchas veces la culpa no la tienen ellos , sino las persona que acepta una responsabilidad desconociendo su esencia. Ojalá regreses donde tu padrino, no le debes nada pero en ocaciones hacemos cosas por gente que no tiene nada que ver con uno, un poco de afécto a tú padrino se transformará en mucho mas afécto para ti, posiblemente, de otros. Besitos.

greenlightning dijo...

cierto son ese tipo de personas que uno debe ir a ver aunque sean unos perfectos desconocidos

saluos

Claudia Castora dijo...

Gracias por compartir conmigo un pedazo de sus vidas.

Kiantei...