lunes, octubre 17, 2005

"Eterna Candy"





Kiantei significa Candy, en japonés.
Me estuve tratando de acordar desde cuando me convertí en Candy
Concluí que fue Candy la que se convirtió en mí.
Yo ya era así.
Yo ya tenía mi Clin y trepaba árboles, ya tenía mis pecas y el pelo, así, agarrado en dos moños crespos, al viento.
Yo ya me había topado antes con un príncipe de la colina mucho antes que ella encontrara el suyo y apareciera en mi vida.
Por eso, cuando la ví por mi primera vez, me reconocí inmediatamente.
Y lo chistoso es que nadie me cree.
Era como si Kioko Mizuki y Yumiko Igarashi (sus creadoras) me hubiesen conocido y venido a plasmar mi propia historia,
claro, con uno que otro retoque de fantasía.

Su desverguenza, su carácter temerario y desafiante, su romanticismo, su lealtad con los amigos, su risa burlona, sus ojos soñadores, su pasión por la aventura...si era yo.
Pensé que se me iba a pasar con los años. Pero no.
Después vino la vida adulta, el trabajo, los hijos, las responsabilidades y yo seguía siendo Candy,
aún lo soy.
La cosa es que uno siempre se identifica con alguien de la tele,
Ultraseven, James Bond, Bugs Bunny o tal vez hasta un archivillano.
Bueno, Yo soy Candy, o ella es yo, da lo mismo.

Una vez el Salfate confesó que la mejor teleserie que había visto en su vida era esa.
Que nunca conoció otra con un mejor guión. Y yo estoy de acuerdo.

Algunos despotrican de los monos japoneses y de Candy. A mí me encantan.
Me declaro una Otaku de tomo y lomo.
Pero otaku de los 80 no de ahora.
De esas que desvariaban viendo los monitos del gran maestro Osamu Tezuka.
Para los que no lo conocen, el gran Tezuka es el alma tras los inolvidables:
Astroboy, Princesa Caballero, Kimba, Tritón, Don Drácula y tantos otros.

Respeto mucho a los Otaku de los 2000, pero confieso que aún no me dejo atrapar por ninguna de sus historias.
Y las he visto, no crean que no.
Samurai X, Evangelion, Mermelade Boy, Sakura Card Captor.

Tal vez hoy me desvié un poco de mi estilo de escribir.
Era para mostrar esta otra faceta mía, medio infantil tal vez, que se me quedo pegada.
Así me van conociendo más.
Otro día les cuento de las hadas, de mis montajes en photoshop, o de mi tienda de disfraces.

Así es Kiantei, eterna Candy.
Algo loca, algo mágica, algo payaso, en fin. Espero no haber defraudado. Eso sería. Me despido con una frase de la canción:

Nakibeso Nante Sayonara ne, Kiantei, Kiantei.
(Dile adiós a ese rostro triste y sonríe, Candy( (en estricto japonés)
(Busca mi camino, sígueme, ríe como Candy) (opening en español)


(Este post de hoy fue más que nada para ensayar mis nuevos conocimientos en html, y jugar con los vínculos)

Un beso.

5 comentarios:

Claudia Castora dijo...

Toda la razón.
Son Goku, el único y original.
Después vinieron esas sagas chantas que nunca me gustaron llamadas Dragon Ball Z.

Gracias por el aporte.

Catalina Pimentel dijo...

Impactante, en "reporteros" de Teletrece, un reportaje sobre la restauración de Mundo Mágico. ¿No te parece excitante?

Cainista dijo...

Woow... pense que la Princesa Caballero era un mito úrbano, mi Pk siempre me habla de ella.
Yo de chico vivia en Argentina y los monos que veia eran diferentes, viví sin Kiantei, pero conoci al pato Calimero.
Un beso.
Caín

hetsah dijo...

lastimosamente no alcancé a ver candy sino una vez en diferido, pero creoq eu vos tenés algo de la escencia de ese nombre
además, al dulzura no es un defecto ni un asunto infantil, es una bella característica tuya :)

Tyler Durden dijo...

Y angel??? es la misma ?? no parece que no...buen post.