martes, noviembre 07, 2006

Más Susanita que Mafalda



Cuando me di cuenta me asusté. No es posible.
Estamos en el siglo XXI, las mujeres pensamos, tomamos decisiones, hacemos las tareas a medias con el marido, ¿Que qué se creen, que nos vamos a quedar sumidas en la casa, haciendo soft y colgantes de Macramé?....y el discurso feminista, y la intelectualidad y el derecho y toda esa vaina de mujer moderna, porque claro soy una mujer moderna con las cosas claras, con la opinión arrasadora, con el debate a flor de piel y la discución encarnada en la sangre...Claro, claro...eso creo, eso digo, eso pienso.
Vaya tontera.
Cuando descubrí un día sentada en la ventana (a la hora de uno de tantos balances) que no había en el mundo una cosa que hubiera hecho mejor ni más a gusto y con más amor que la de ser madre me anduve medio asustando.
Ni la profesión que estudié ni el trabajo en el que me desempeño ni las miles de tareas que me han encomendado y sonreí, le sonreí a la farsa de la vida, al autoconvencimiento, a la lucha ilógica de muchas contra la naturaleza, contra el más primitivo de los instintos.
Una vez me preguntaron si me consideraba buena esposa.
"Soy mejor Madre" le dije y se fue sonriendo, no supe si de conformidad o por si habrá entendido mi respuesta como la negación a su pregunta.
Y qué hay de malo.
Qué hay de malo en querer que sea la mejor profesión del mundo, en posponerlo todo, en sobrellevarlo estoica y dolorosamente, en que todo lo demás pase a un segundo plano (o tercero o cuarto)
Qué hay de malo en dejar de hacernos las Mafaldas para ganar en un terreno que tenemos ganado por naturaleza.
Qué hay de malo en ser Susanitas aún en este siglo si toda la modernidad de la que ahora gozamos (y que ni nuestras madres tenían) nos ayuda a sacar adelante la tarea sin tener que dejarnos a nosotras mismas de lado.
Qué hay de malo en el discurso machista si al fin y al cabo sabemos que se doblega con un beso, que se tuerce entre mil caricias terminándose por hacer a fin de cuentas lo que nosotras deseamos.
Qué hay de malo si sabemos que es la piel la que envuelve y el alma de mujer la que rige todos los códigos.
Pues nada.
Y me da orgullo por eso reconocerme al fin mucho más Susanita que Mafalda.

14 comentarios:

LaRomané dijo...

Y esa es la mejor tarea que puedes hacer sin esperar recibir un aumento de suelto, una gratificacion, vacaciones ni ascensos.

Es una linda labor desinteresada.

Besitos
x0x0x0x
LaRomané

Terror Clown dijo...

Muy bueno, me gusto bastante.

Saludos

Francisca Westphal dijo...

toda la razón negrita... y te lo digo yo, que dejé pega, casa, país, amigos, mar, montanhas y suenhos y te aseguro que ahora Susanita es la bacana pero que jamás me olvido de la Mafalda que llevo dentro...

fgiucich dijo...

Es cierto lo que dices: la profesión de madre debe ser incomparable e inigualable, pero que sería de Susanita sin los comentarios de Mafalda. Abrazos.

Indianguman dijo...

Ah.... jajajajaja
al momento de los balances...
yo siempre he sido una susanita muy asumida

como usté

besitooo

José Luis dijo...

mira que entretenido, sano y eficaz tu planteamiento.
es como leer una revista, de pronto te encuentras con una columna que te amarra los ojos y no puedes dejar de leer y quieres que todo sea como el columnista lo plantea, me gusta lo que dices, vivir así sin aceptar abusos pero sin tomar una postura agresiva, si no mas bien el poder de tu femeneidad en su maxima expresión.

Tontograve dijo...

jajjajajaja
el eterno balance.
Ojala todas pensaran como tu.
y yo?
un eterno felipe.
besos.

Claudia Castora dijo...

Error...tú eres un perfecto Miguelito
O te cabe alguna duda?

Anónimo dijo...

En mi opinión, es bueno haber sido Mafalda antes de ser Susanita... Como que te torna un poquito más amplia, no?

Concuerdo con vos. En definitiva, somos parte de una naturaleza en la que el pájaro busca el bocado y la rama mientras la pájara se encarga de mantener el nido. Vaya menuda tarea!

Besitos, amiga

Coralya dijo...

Excelente mi niña, nada mejor que ser una buena madre, lo demás importa un pepino, me encantó tu reflexión. Yo después de una tarde mala, en que casi me agarré de las mechas en mi trabajo, te juro que me hubiera gustado sentir que en mi casa me esperaba un angelito que me quitaría la pena con su inocencia y amora. Disfrute a sus hijos y si tiene que sacrificar algo por ellos, echele pa'elante, yo la apoyo, que yo cuando tenga los míos haré lo mismo, mire que ya los anhelo.
Un besote y todo mi ánimo, aunque después de todo, también me queda poco.

Coralya

hetsah dijo...

jajjaja
mafalda!
a mi me fastidian con el cuento de mafalda -nota superficial: afortundamente no tengo su pelo, jajaja-
yo no te identificaría con algún otro personaje, kiantei querida, lo digo aunque lo poco o nada que conocemos tus lectores refleja parte de ti, y como decía, te identifico contigo misma, con lo que he visto/leído, con las sorpresas que voy encontrando cada vez

no importa al final si eres este o aquel tipo de mujer
incluso estoy segura de que pensar en prototipos resulta infecundo cuando lo importante es que construyas tu vida, cada día, con los elementos que te hacen felíz
y valores lo que siempre queda, como la familia y el amor

lo demás, en verdad nunca importa tanto

eres una mujer propia
una mujer admirable
una mujer con belleza real
madre, hija, esposa, hermana
eres tu, y eso es lo mejor que todas las mujeres podemos ser: nosotras mismas

Sil... dijo...

No hay mejor caricia que ver esos bellos cuerpitos durmiendo a nuestro abrigo, no hay mejor sensación, que saber que eres el todo para alguién, ser mujer es maravilloso, y ser madre aún más.

Hace rato que te leo, pero me atreví al fin a saludarte, bello blog

un abrazo.

Cainista dijo...

Mi niña... una mujer no se define por su rol, no hay nada de malo en dar amor, realizar el dulce trabajo de contruir un mundo de detalles pequeños, en ser madre.

Volví al blog y de a poquito voy haciendo cambios y amononando mi rincón.

Besitos
caín

V dijo...

Wuaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!


LO VAMOS A TENER JUNTAS!!!!