jueves, noviembre 29, 2007

Ever de Cholchol...Ese es mi Campeón!



El Ever tiene 4 años, calza 28 y tiene talla 6.
Chiquitito.
Así me llegaron sus datos y así me encanté con su nombre.

Me cuentan que es seco para la pelota, que se arranca de la sala y las tías lo salen persiguiendo y lo único que le gusta es jugar al fútbol .

El Ever vive en CholChol en plena región de la Araucanía, tierra de gente aguerrida, pobre y luchadora y que él al igual que muchos de sus compañeritos del Kinder caminan hasta 4 kilómetros para llegar a clases con viento o lluvia, con calor o hielo, así llegan a clases cada día con sus zapatos gastados y el espíritu derramándose de vida.

No conozco al Ever, se me ocurre que tiene la carita morena y las mechas paradas, que se le caen a veces los mocos tanto jugar a la pelota y que se los suena con la manga, como todo un rotito chileno, como un palomilla.

Se me ocurre que es choro y que llena de besos a la mamá y al papá cuando lo van a buscar al jardín por las tardes, que su mamá prepara pancito amasado por las mañanas con sus manitos regordetas y el papá sale a trabajar en alguna de las muchas empresas forestales de los bosques del sur de Chile.

Se me ocurre que tiene más hermanos, que a veces pelean y andan a caballo, que toman leche boca arriba debajo de la vaca, que en su casa hay harto pasto y que de tanto jugar y revolcarse se acuesta en las noches con las rodillas verdes.
Yo solo lo imagino, no es tan difícil conociendo nuestro Chile lindo de tantos contrastes.

¿Quieres mandarle un regalo de navidad al Ever? Me dijo el Vladi (nuestro príncipe Lechuga)

Le sonrío y digo: Pues claro amigo mío, nada más lindo que ser hada madrina de un auténtico palomilla bueno pal chute, chilenito y lleno de las semillas del alma de nuestro país... el Ever, claro que sí, Ese es mi Campeón!

lunes, noviembre 26, 2007

Valiente Panchote

"Sangre para un Héroe"

La noche que lo balearon fue la noche de las antorchas.
Eramos miles las que desfilábamos cruzando la Alameda con el fuego en alto, la voz en cuello y la pancarta declamando justicia.
Era la misma hora en otro lugar de la capital cuando el Panchote vio aquello que le indignó:
Un hombre golpeando a una mujer.
No sabemos si era la mujer del golpeador o su hermana o su novia o su amiga.
Panchote tampoco lo sabía pero la misma indignación que nosotras manifestábamos le recorrió e hizo exactamente lo que cualquier héroe habría hecho: la defendió.

Fue entonces cuando lo atravesaron las balas y nosotras sin saberlo y en medio de 3000 mujeres hacíamos rugir la ciudad al son de los cantos, los vítores y los nombres de las 59 muejeres muertas en lo alto de nuestras antorchas.
El Panchote es hermano de la Clau, una de nuestras Mujeres chilenas de 30, la Faracita, y aunque la noticia nos duela y nos golpee más por la cercanía, más nos duele que haya sido por esas circunstancias, más nos duele que pueda ver trunca su vida y no pueda volver a caminar, más nos duele que en este país se sigan golpeando mujeres y quienes las defiendan salgan aún peor heridos que ellas mismas.

Hoy nuestro héroe necesita sangre, mucha.
Así que hago un llamado a los amigos que me leen de acá de Santiago de Chile a acercarse a la Posta Central (Metro U. Católica) a donar sangre a nombre de Francisco Barrera, no duele nada, no cuesta nada, no demora nada.

La noche que lo atravesaron las balas fue la noche de las antorchas, una noche tibia de luna llena en que la voz de miles de mujeres se hizo eco y sinfonía.
La noche en que nuestro amigo se convirtió en nuestro estandarte.
La noche de las antorchas que se vio teñida con la sangre de un héroe.
Valiente Panchote.
Te la devolveremos gota a gota amigo mío.

sábado, noviembre 24, 2007

Canto a mi misma

"Tengo treinta y siete años.
Y con mi aliento puro comienzo a cantar hoy
y no terminaré mi canto hasta que muera
(Walt Whitman, "Canto a mí mismo")



Hoy Whitman despertó a mi lado y me regaló estos versos
úsalos para ti, me dijo, cántate y celébrate
despierta a los amigos y convida a los de otros tiempos para que vengan a la fiesta.
Y hoy, hoy me celebro y me canto,
no me demoro en convidar a mi alma los tallos y los versos
los recuerdos, los cantares y los dolores...
todo cuanto es mío tambien es tuyo
Soy puerto para el bien y para el mal
hablo sin cuidarme de los riesgos
y puedo seguir asi por largo tiempo, contradiciéndome
para seguir conteniendo multitudes.

Mi lengua y mi sangre están hechos de este aire, de mi Chile,
de esta tierra de dolores telúricos,
de hambres sociales,
de amores inquietos.
De mi Patria me tejo y me destejo y me desangro en su historia.
Soy de aquí, de ningún otro sitio
y aquí me quedo para trascender esta tierra de fluir de luna
de árboles dormidos
de cumbre nebulosa
de noche serena, loca y desnuda...

No son palabras, ni música, ni versos los que preciso
ni hábitos, ni discursos
tan solo el arrullo de su voz suave
que me espera tras el cansacio de cada jornada
para decirme cuánto me ama
y en el mismo susurro devolverle en la cadencia de mis besos
el mismo Cuánto te amo de tantos años
de Nuestro tema cantado y contado
entre la espuma del mar y el empeño de la fortuna
hasta tocarme en un beso el corazón desnudo.

Tengo treinta y siete años.
Y con el aliento que me queda me permito el respiro
de las tantas vidas que he vivido
que seguiré siendo la flor que se curva en los campos,
la hoja que derrama poesía,
el verso contenido en la sombra de tus alas,
y seguiré siendo grieta bajo las hojas
entre los goces del cielo y los tormentos del infierno.
Tengo treinta y siete y no me puedo quejar de nada.
Soy feliz.
Inmensamente.
treinta y siete.
Hoy los cumplo.

lunes, noviembre 19, 2007

De ahí somos Compañeras!


De ahí somos, ahí estaremos, vestidas de blanco y portando antorchas.
Este Jueves 22 de Noviembre a las 20:30 hrs. en la Plaza Italia se encenderán miles de antorchas en un grito mudo contra la violencia que cada día gana más terreno no solo en este país sino en gran parte del mundo.
No tiene que ver con el feminismo.
No tiene que ver con el machismo.
No tiene ni siquiera que ver con la activista que tantas de nosotras llevamos dentro, las de 30, las mujeres chilenas que en otras épocas también nos movilizamos por causas que creíamos justas, por horizontes mejores y enarbolamos arcoiris y pancartas, proclamamos una alegría que llegaría y nos forjamos a sangre, sudor y lágrimas para edificar familia en medio de esta tierra bella, sangrada y dolorosa.
No tiene que ver con proclamas de moda, ni contra los hombres.
Es una lucha contra la sangre derramada y contra la que seguramente se seguirá derramando.
Ahí estaremos las Mujeres chilenas de 30, para ser un solo grito, un solo canto y una sola luz de antorcha.
(Y después nos vamos a celebrar mi cumpleaños, por supuesto, je je)
Quedan todos y todas invitados.

www.nomasviolenciacontramujeres.cl/

jueves, noviembre 15, 2007

La Letra

La primera vez que llegué a su página lo pensé:
"Si algún día llegamos a ser amigas le pediré una letra"
Yo la veía así, lejana y alta, muy alta, una princesa medieval montada en su torre con el mundo a sus pies, envuelta en fragores de viejas batallas, de cuando el mundo aún se debatía entre la magia de los dragones y el oscurantismo de una época labrada a fuego.

El día que le pedí la letra tenía el alma hecha cristales, se me habían roto los sueños y solo podía esperar un consuelo en la magia.
Entonces oí su voz: "Elisa de Cremona, Kiantei, desde Barcelona"
Entonces no solo sentí el soporte de tantas voces juntas recorriéndome los sueños y unidas en una sola cadena de hermanas, entonces también escuché su voz como la promesa de aquel consuelo ligado al milagro y a la magia:

"Si hoy puedo ayudarte, tú puedes pedirme lo que quieras, aunque esté tan lejos"
"Yo solo quiero una letra" - atiné a decir entre las lágrimas.
Una letra de las tuyas, no tengo un porqué ni un para qué, tan solo una letra hervida en el rescoldo de tu trazo de otros tiempos, con la aventura contada en el boceto y el ánimo de mil historias escritas y descritas en el prodigio mítico de un bosquejo.

"Hecho", me dijo, pero debes saber que no soy yo la artista, la que dibuja es mi hermana: Macarena.
Y Macarena me visitó, y en su visita encontró este rincón que le habló de duendes y bosques, que le habló de rincones escondidos y de campos acogedores, de una mesa amiga que recibe, de secretos entrelíneas, de furias y destellos, de Capullitos y Cicciolinos... de música de acordeones.
Y entonces dibujó.

Y el regalo llegó a mis manos.
Si lo publico hoy no es solo para dar gracias.
La Letra es el símbolo de lo que hemos llegado a ser tras la pantalla: Amigas.
Y yo, yo estoy felíz no solo de haber sido consolada por tan maravillosa letra, sino también por poder contar entre mis amigas con una auténtica Princesa Medieval.

martes, noviembre 13, 2007

El arte Mágico del Gran Farsante

"Oz, una vez solo, sonrió pensando en su éxito al dar al Espantapájaros, al Leñador de Hojalata y al León Cobarde exactamente lo que creían necesitar.
¿Cómo puedo evitar ser un farsante - se dijo -, si toda esta gente me obliga a hacer cosas que todo el mundo sabe que son imposibles?..."


La Paola llevaba el libro todos los días al colegio porque sus papás le prohibían prestarlo y así, en cada recreo o a escondidas de los profesores fui leyendo el primer libro de mi vida.
Más de 250 páginas, día tras día, en los pocos ratos que tenía libres y en casi un año entero fui soñando capítulo a capítulo con esta parábola de la vida disfrazada de cuento de hadas.

Oz... Oz...Oz el Grande y Terrible, el hacedor de sueños, el Mago.
¿Te crees Dorothy? Me preguntaban al verme leyendo con tanto afán.
¿Dorothy? Si, claro, como no, Dorothy, por supuesto, sonriendo entrelíneas, soñándome en campos de amapolas, perdiéndome en ciclones, aventurándome en globos.
Dorothy, por supuesto... O es que me podré sentir identificada con alguien más a mis 8 años?
Sin embargo la imagen de Oz se me iba tallando en el genio interior.

Si lo traigo al presente desde mis recuerdos el día de hoy es quizá porque no deja de asombrarme la capacidad de crear en este mundo falaz de la blogovida.
Magos, artífices y brujas.
Quienes somos, qué buscamos, hacia donde vamos...?
Páginas luminosas donde convergen todos los brillos, los cantos y las mariposas, lienzos negros pletóricos de poemas atrapantes, pensamientos fragrantes, balsámicos, metafísicos, críticos, dulzones, sarcásticos... letras, letras verdaderas, letras falaces, letras ególatras, letras mágicas.

Qué es verdad, qué es mentira, qué hay de cierto en los sentimientos que generan...soy capaz de hacerme amar, soy capaz de hacerme odiar... soy capaz, tengo el poder entre los dedos, entre mis líneas, entre las tuyas... en las de todos.
Quienes somos, acaso lo que somos tras la pantalla no es más que el arte mágico de diestros farsantes.
Sinceramente espero que no.
Sinceramente espero poder estar viendo tras la pantalla los ojos reales de abrazos también reales descritos en cada renglón de la retórica de nuestras páginas.
Aún creyendo que puedo ser constructor de mundos imposibles, qué puedo hacer volar dragones con mi pluma, que puedo encender fogatas, hundir islas, levantar puentes o ahogar corazones prefiero ser Dorothy.

Aún sabiendo que puedo hacer fluir falacias en cada una de mis líneas y hacer sentir, reír, imaginar o aún todavía más peligroso...convencer, aún así lo único que ofrezco entre mis dedos es hoy por hoy todo lo que soy, entre la impaciencia y la imperfección, entre el desatino y el verso que mana sin filtros, todo lo que soy, aún sabiendo que puedo desplegar sin remordimientos ni contemplaciones el arte mágico de un gran farsante.

jueves, noviembre 08, 2007

Compadres


Los sorprendí una tarde en la misma esquina de los encuentros de siempre, donde las sonrisas dibujaban el cancino andar de tantos años, donde se condensan de golpe todos los dolores del mundo. Y los encontré ahí abrazados, en la complicidad que solamente pueden sentir aquellos que han renunciado a ser dueños de sí mismos, en su ruptura fatídica con la vida ordinaria y con todos los avisos del tiempo desdibujándoles la piel.

Pareciera que ese pequeño espacio en medio de la ciudad gris viviera en un ámbito propio donde nunca es futuro, donde siempre es presente, donde el "Así sea" de la vida se conjugara felìz entre sus zapatos agujereados y zurcidos rezumando humedad, entre el frío tejido de hebras ásperas que ya no mellan, y donde un vaso de pipeño barato es el elixir de la vida, la razón y el medio, el principio y el fin.

Me miran sonrientes con su desdentada alegría, con la galantería de caballeros de tangos, de bohemias olvidadas en nostalgias húmedas, lanzando palabras bellas tejidas con el desconsuelo de los años, con la belleza de la poesía de las calles, de barrios matizados de esa miseria alegre del adoquín capitalino, me sonríen en el sueño imaginado de amores furtivos y luego se olvidan rápidamente quedando de nuevo sumidos sus ojos en un punto infinito, en la somnolencia tierna que acompaña a la borrachera.

Aún así mi pasar no interrumpe sus festivas conversaciones, sus encuentros de amigos de tantos años, compañeros de juergas, de canas peinadas con el limón regalado en la vega, de los aromas del vino, de sus frentes que cedieron al arado del tiempo.

Los dejo atrás, en su lugar de siempre, en los muros viejos que los han visto cada tarde, soñando la vida que pasó, la que los juntó un día a cada uno de ellos cargando bajo el brazo los dolores recaudados, sonriendo en la dicha de su historia presente, así, como cada día, a los compadres de aquella esquina.