jueves, marzo 30, 2006

Leer


" Y desaparecer es lo que me aconsejan,
huir de ti, salirme de tu senda
pero tomé tu piel, quede imantada a eso
como los bosques imantan el silencio...
Quien nos guía hacia el abismo sabe que quiero,
sabe que busco el abismo..."
("Abismo", Ilia Kuriaki)

Sucede que me tiene medio cansada la auto referencia y de pronto quisiera pasar al absoluto anonimato, a que nadie sepa quien soy y a que se me juzgue única y exclusivamente por la forma de escribir. Lamentablemente, en la Casa del Castor eso ya no será posible, hace mucho rato que dejé de ser anónima.
Pero está bien, cuando se adquiere el compromiso de aliar la vida en la palabra no queda más que cumplirlo.

Esta reflexión es por el nuevo Meme que he recibido (o cadena o como se llame), lo he recibido de mi querida amiga Marcylor, y como nunca he dejado de seguir una cadena que tan amorosamente me dejan mis amigos, lo haré.
Se trata una vez más de libros. Qué he leído este 2006, porqué eso y no otro, y qué libros recomendaría.

Igual me da un poco de vergüenza ahora enumerar la lista de lo que he leído este 2006, ya que, volviendo a lo de la auto referencia, hablar de lo que uno ha leído es hablar necesariamente de lo que uno es o dar un poco cátedra, o seguir inflamando los egos que a estas alturas solo quiero dejar respirar.
Pero en fin, dije que lo haría y lo haré.
He leído harto, como siempre, aproveché el mes de vacaciones y la inscripción en el bibliometro para sacar varios libros y suelo andar con más de uno en el bolso.

Comencé el año con una Antología del cuento fantástico hispanoamericano, como el libro es mío, leo un cuento tras otro, a veces lo dejo, lo releo y lo retomo muy seguido.
El cuento fantástico para mí es casi como una guía, me vuelo con Cortázar, Con García Márquez (Idolo y maestro), con Borges, con Bioy Casares, en fin.
Qué recomiendo de esto? La Antología completa, rescato “Axolotl” de Cortázar, “Un Señor muy viejo con unas Alas enormes” de García Márquez, “Tlon, Uqbar, Urbis, Tertius” de Borges.

Sigo con las Antologías pero esta vez del Cuento Moderno, lleno de cuentos maravillosos de Chejov, Tolstoi, Kafka, Hemingway. Rescato “ El Minué” de Guy de Maupassant. Precioso.
En noveles leí a Fuguet y “Las películas de mi vida” No lo recomiendo. Fome. Me cargó Fuguet y si algo le rescato es un poco la idea (enumerar las películas inolvidables de uno es muy tentador) y las frases al aire que lanza Fuguet que de vez en cuando lo dejan a uno pegado en alguna reflexión.

La edición completa de la obra de Allan Poe es uno de los libros que no me deja al igual que los Cien años de soledad (de garcía Márquez).
De Poe me quedo en sus poemas, en las reflexiones antes de cada historia que teje magistral, en su demonio perverso que le circunda entre sus sueños de opio, sus amores y sus terrores.
Me idiotizan El Escarabajo de Oro, El Barril de amontillado, Los Crímenes de la Rue Morgue y Ligeia.

¿Qué más leí?
*La Conspiración de Dan Brown (entretenido)
*Como Agua para Chocolate de Laura Esquivel (por enésima vez, no es que me guste mucho pero buscaba inspiración sobre sabores y aromas)
* Antología poética latinoamericana (bellísima)
* El Metrogoldin (de Rosasco) lo he leído tres veces, es sencillo, lindo y lleno de magia.
*Rayuela (de Cortázar) ya lo había leído años atrás y me había rendido, esta vez me sumergí en cada párrafo, en cada reflexión, en cada beso apasionando llenándome de La Maga, de Oliveira y de Paris (todavía no lo termino).
* El Perfume ( Patrick Süskind) aunque ya no me acuerdo si fue este año o a fines del pasado. Increíble relato este, hay que leerlo, macabro, delicado, detallista, exquisito. Y el final: de antología.

También leo mucho a Mafalda, a Papelucho, nunca dejo El Principito, y las crónicas de Narnia, son casi mi marca de agua.

Porqué esos y no otros. Ni idea.
De algunos me atrajo la tapa, de otros el título, en la mayoría los autores, otros son casi compañeros de vida.

Qué recomiendo? Todos los anteriores, obvio, porque me gustan.
También recomiendo leer Blogs, muchos blogs, ya muchos lo saben, un potencial enorme de literatura exquisita, fresca, moderna, (también mucho bodrio hay que decirlo), pero eso.

Abierto amigos a contestar a quien le parezca, no le dejaré la carga a nadie, dejo la libertad en sus comentarios de contar lo que han leído, qué les ha gustado y qué no.
Esta fue mi humilde selección.

martes, marzo 28, 2006

La Mer



"La mer…
les a bercés
Le long… des golfes clairs
Et d'une chanson d'amour
La mer… a bercé mon cœur
Pour la vie..."

("La Mer", Miguel Bosé)


Fue uno de esos días a fines de Diciembre en que el calor de la capital arreciaba y las compras de las fiestas de fin de año estragaban el bolsillo, la paz interior y el genio, cuando pude cometer la locura de arrancarme una tarde a la playa, como en las remotas cimarras escolares, dejando todo de lado, metiendo una chiva y huyendo sola, escapando únicamente a respirar, a sentir el viento en mi cara, a bañar mis dedos de espuma, de sales celestes, de océano milenario, solo a observar no más como se replegaban las olas y volvían desechas a mis pies en estallidos sonoros y efervescentes.
Estaba nublado en la costa, nublado sin frio, y el cielo envuelto en gris revestía al mar de un encanto irreal, lo hacía aún más enorme , solemne y desafiante.

No sé cuando comencé a enamorarme así del mar.
Y no lo sé porque cuando era niña le tenía un pánico gigante que me hacía presa de las peores pesadillas por las noches y el solo hecho de contemplarlo me generaba un pavor inexplicable, que se fue difuminando hasta perderse para siempre en los recovecos del tiempo y sucumbió el encanto de su enamoramiento.

Ahí estaba esa tarde frente a la inmensidad,
ahí estaba frente a su absoluto poderío...

" Si hoy me aproximara solo un poco a su orilla
y decidiera mojarme los pies con sus aguas gélidas,
y osara entrar en él un poco más de manera que pudiera ya sentir el destello de sus olas golpeándome los muslos...
y aún así consintiera en continuar dando otro paso hasta sentirme atrapada en la fuerza de su abrazo húmedo...
y todavía pudiera aún seguir sintiendo el frío del viento apoderándose de mis huesos
y mis pies ya no sintieran tierra firme en la que sostenerse...
Y aún así pudiera persistir en seguir mar adentro
y me dejara mecer por el vaivén de las olas sin oponer resistencia...
y si pudiera ya sentir la espuma efervesciendo entre mi pelo y entrara en mis oídos
y me quedara un solo instante de respiro mientras pudiera ver el vuelo níveo de las gaviotas sobre mi cabeza...
Si me hubiese entregado hoy sin contemplaciones a su torbellino ruidoso, helado y rumiante
y me quedara solo un instante pequeño para respirar el aire de este mundo,
sabiendo que no me queda más que un sorbo de vida,
sabría que si ese día fuera hoy,
podría en el mar
morir felíz...

viernes, marzo 24, 2006

Certezas


"Nuestro tema de amor tiene quebranto
pero su empeño sana el dolor
Nuestro tema de amor nos cuenta tanto
que ya es un sueño y una canción..."
(Nuestro Tema, Silvio Rodríguez)


Me preguntaste si aún te amo
Y no contesté, guardé silencio condensando en un instante el siglo de inspiración que tengo para volcarte, procurando capturar en un solo suspiro los mil años que no caben tan solo en una respuesta ni en las dimensiones de mi corazón.

Me preguntaste si te amo mirandome clarividente y pétreo
como si en esa sola mirada que conservo desde mis recuerdos primeros
no esperaras la respuesta ni fraguaras una duda
en la coincidencia de mis ojos capturando los tuyos,
en el respiro contenido de la certidumbre más cierta
que todas las certezas de este incierto universo,
donde el cielo entero no cabe en el encuentro
de nuestras almas fundidas en los mil destellos descritos bajo tantas lunas y soles.

Me preguntas si te amo para validar todas las constancias antes decretadas,
para sellar a cada nuevo segundo la alianza que nos describieran nuestros antepasados
atandonos por las mismas libertades y por iguales cadenas
hasta beber en la muerte de la misma muerte.

Me preguntas si te amo y ya pasado el instante detenido en siglos
al fin respiro y me levanto
me acerco y te miro
y peino con mis dedos tus cabellos de miel
y tu pecho me llama con el aroma que me ha llamado tantas veces,
acogiéndome en el atento pensamiento de esquivar tantos males
diluyendo y descartando todos nuestros errores y desvaríos
y ya nada me importa más en este mundo que este instante donde residen nuestros sueños,
todas mis fortalezas y debilidades,
nuestros corazones amorosamente preservados,
me abrazas como cada día desde hace ya tantos años,
y como cada día desde hace ya tantos años suspiro al responderte:
"Con toda mi alma, como siempre".

miércoles, marzo 22, 2006

Rodrigo

"Mucho más que una simple interpretación criminológica"

"Cerraron las cortinas,
juntaron esa puerta
trataron de encontrar una salida…
pero la madrugada
traía entre sus alas
al indeseable sol de la partida…"

("Los Ojos de Rodrigo" Fernando Ubiergo)


6 años tenía Rodrigo cuando su cara se me empezó a aparecer por todas partes.
Yo tenía 8, fue en el invierno del año 79.
Nunca vi a tanta gente convulsionada con una noticia, ni siquiera en los primeros años después del golpe militar donde todo se mantenía en un hermético y macabro silencio.
Me acuerdo haber visto a Don Francisco en la tele casi llorando para pedir que lo devolvieran, y por primera vez en mi vida empecé a escuchar las palabras atroces que se me quedaron grabadas en la mente: rapto, secuestro, extorsión, rescate, conspiración...

Entonces las calles comenzaron a llenarse de su rostro, las ventanas de las micros, los almacenes, los taxis, los patios de los colegios, el consultorio, los edificios, todo estaba tapizado con su sonrisa de ángel, con su pelito rubio cortado a lo príncipe y su polera de rayas.
Y Rodrigo entonces comenzó a ser parte de nuestras vidas, no hablo de la mía solamente ni la de mi familia, sino de las vidas de todos y cada uno de los chilenos que seguimos con angustia dolorosa los días atroces de la desaparición del pequeño Rodrigo Anfruns Papi.

Desapareció esa tarde de la casa de sus abuelos, la policía entera fraguaba hipótesis, los días pasaban y la dolorosa angustia que vivía la familia la vivíamos también cada uno de nosotros, impotentes sin poder ayudar, sin tener como ayudar, escuchando versiones, rezando, intentando verlo o aún imaginarlo en las calles, en las plazas, en cada lugar donde andabamos, Rodrigo en algún lugar, Rodrigo perdido, Rodrigo vivo, Rodrigo jugando, Rodrigo sufriendo, Rodrigo no aparece, Rodrigo, Rodrigo, Rodrigo...

El sentimiento fraterno que me nació hacia este pequeño aún en mis cortos años se condolía más con el sentimiento de una madre que el de una hermana , aún siendo casi de su edad en esos días en que apenas se dormía de la angustia, en el invierno más helado que he visto pasar, en la mañana en que lo encontraron muerto, vejado, torturado y con la terrible incertidumbre de su muerte que hasta el día de hoy no se dilucida.

Nunca le creí a Tuane(*) sus conjeturas, ni sus reflexiones, ni sus argumentos, no porque dudara de sus investigaciones ni de sus potentes artificios de sicólogo criminalista experto y docto, no porque mi mente no le creyera, sino porque mi corazón nunca le creyó.
Nunca me tragué la historia del pequeño apenas más grande que él que lo llevó a un sitio eriazo y le asfixió hasta matarlo cuando se opuso a su agresión sexual enterrándolo sin misericordia en aquel terreno baldío en el que tantas veces rastrearon los perros , en el que tantas veces hurgaron cada recoveco centímetro a centímetro sin hallar siquiera una pista que los llevara a algún indicio cierto o relativo.
Y no me equivoqué.

A esta altura ya pocos le recuerdan y los que aún no le olvidamos tampoco olvidamos la pena y el desespero de esos días de terror.
Al menos para mí Rodrigo no ha pasado, seguramente ya nunca pasará, porque conforme han transcurrido los años de cuando en cuando su recuerdo se levanta en nuevas pistas y nuevas esperanzas de saber la verdad, hablándonos desde su sitio celeste, no dejando que su recuerdo se borre tan fácil, acompañando la memoria de tantos miles más que cayeron en las conspiraciones oscuras del período más triste y doloroso de nuestro país, porque Rodrigo fue uno más, y su madre lo tiene claro, y su país lo tiene claro, y yo lo tengo claro y su gente lo tiene claro, la misma que sufrió el dolor de perderle y que lo mira aún sonriente suspendido en sus 6 años, con su polerita de rayas y su melenita de trigo, sonriente, en el país donde nunca más se repetirá su muerte.

(*)Hernán Tuane Escaff, Sicólogo criminalista, autor de "Rodrigo, una interpretación criminológica", de 1983

lunes, marzo 20, 2006

Valoncito...


"In the meantime we try
Try to forget that nothing lasts forever
No big deal so give us all a feel
Funny how it all falls away..."
("Help the aged", Pulp)


No estés triste.
Bajo cualquier circunstancia son siempre una bendición.
De hecho si en algo me fallaste fue en que siempre dijimos que lo íbamos a tener juntas y te anduviste apurando algunos meses, porque yo (entre nosotras) debo decirte que ya estoy medio decidida, seguramente este año, digamos por ahí por Octubre, cuando se me termine el plan del gimnasio y deje de ir sin cargos de conciencia, igual son solo unos meses y si ambas fueran niñitas ni te explico el jolgorio que tendríamos en La casa del castor.
Seguramente será igual a ti, tendrá el pelito muy crespo y rubio y los cachetitos rosados...
Pero qué pasa?
Si estamos todos contentos...y yo soy una de las más.
No llores por lo que no fue ni por esa vida llena de horizontes que tejías en tus letras o en tus miles de sueños, esa no merece lágrimas y no las merece porque te acompañó hasta ahora mostrándote el camino y como cada paso nuevo debes dejarla partir porque ya no quiso quedarse, porque esto es apenas la apertura de otros caminos aún más llenos de dicha.
De qué vergüenza me hablas?
Culpas dices?
Mirarnos las caras?
Si somos los mismos de siempre, acaso con una mejor sonrisa dibujada, acaso ahora con el corazón más henchido, acaso con el tejado más cristalino que todos los seres humanos, como cualquiera que ha cometido errores.
Y ya estamos viejos aunque nos creamos jóvenes, ya nuestra marcha va en plena carrera, ya nos hemos parado y caído y vuelto a parar tantas veces, nos tienes, a tus hermanos mayores, los Soto de Chile, los que nos hemos forjado a fuego, los que aperramos, los que nos limpiamos la mugre de las rodillas cuando nos hemos sacado la cresta una y otra vez, los que te acunamos cuando fuiste la última bendición que llegó a nuestra familia...
Vamos, anda a lavarte un poco esa carita de muñeca de porcelana, arreglate los rulos que te anduviste despeinando, tomate tu leche y tus vitaminas que lo queremos sanito, arregla el bolso con los cuadernos y parte sonriendo a la U que ya te queda tan repoco...
Aquí estaremos nosotros, como siempre, como cada día, dispuesto siempre el corazón para toda nueva vida.
Te adoro Valen,
mi señorita Cara de Pizza.

sábado, marzo 18, 2006

De ciertos terrores de otros años


"Si el negro no se duerme
viene el diablo blanco
y za’ le come las patitas
chicabumba chicabum..."
("Duerme negrito", Victor Jara)


Alicia La Goon fue por muchos años parte importante de mis terrores infantiles, nunca entendí lo que era, un especimen andrógeno, asexuado, analfabeto, tal vez mudo, solo sé que emitía unos sonidos guturales que me sonaban casi como conjuros malignos. Vestía de mujer pero su cuerpo era claramente masculino, musculoso y cubierto de vellos.

Goon, goon, que diablos era goon, el apellido, el lugar de donde venía, el sonido que emitía, la raza, ni idea.
El asunto es que soñé muchas veces con ella y de este modo Alicia quedó como protagonista principal en el elenco de mis terrores primeros.

No puedo precisar cuando fue el instante exacto en que le perdí el miedo a tantas cosas que me atormentaban.
Cuándo entendí que la lluvia persistente no era signo de otro diluvio universal, que los temblores eran solo en una región determinada y nunca temblaba en el mundo entero al mismo tiempo (al menos no en el estricto sentido de la palabra), que el mar no iba a salirse tan fácilmente inundando al mundo entero, al menos no sin que pasaran millones de años, que la Chupahuesos no era más que una indigente que rastreaba en la basura algún adminículo en desuso que pudiera servirle para comprarse un pedazo de pan o su cañita de vino, que no se comía a los niños, que ni siquiera daba susto, que los muertos no me iban a hablar por la televisión cuando hubieran terminado las transmisiones y Polstergeist no sería la más terrible película de terror que vería en mi vida, que las gárgolas de los edificios del centro no se despertarían por las noches para sembrar el terror en la ciudad, que eran solo estatuas intactas y frías, estatuas de otros años donde la arquitectura privilegiaba la belleza y el arte y que quedó allá tan arriba dominando los edificios donde la gente ya no las mira, donde nadie se detiene a obvservarlas ni admirarlas porque todos corren apurados, porque solo se miran entre ellos o a las vitrinas colosales cargadas de modernidad, donde nadie pareciera levantar la vista para saludarlas, y me parece que solo yo puedo ver su presencia pétrea y brindarles mi saludo.

No sé en que momento me di cuenta que Alicia la Goon no era más que un dibujo animado, que no existía (al menos no en el mundo real) y que jamás se me aparecería en la ventana por las noches con sus sonidos inentendibles...
A veces extraño mis terrores infantiles y los recuerdo con cariño cuando miro el mar meciéndose sereno o destellando en olas o me dejo mojar por la lluvia incesante, cuando le ofrezco una moneda a tanto chupahueso errante o cuando me siento al Pc y pongo, como hoy, su nombre en Google y la encuentro exactamente igual que antes, con su sombrero coqueto terminado en una flor y hasta me da un poco de risa el haberle temido tanto...
¡Hola Alicia! -le digo-
Nunca entenderé que es lo que me respondió.

jueves, marzo 16, 2006

Visiones


¿Qué tamaño tendrá nuestro universo?
se afanaban pensando dos hormigas
y en esta reflexión de tanto peso
cada una trazaba sus medidas.

Debe ser desde aquí hasta aquel cerro,
decía la menor muy convencida.
La otra, con más viajes en el cuerpo,
con gran autoridad la corregía:

No, no es ese el confín del universo
¿No ves aquel océano amiga?
¡Ese sí que es el fin del mundo entero!

Y en el escombro un cerro ellas veían
y en el charco un océano tremendo.
¡Qué enorme es este mundo! concluían.


Esta poesía lamentablemente no me pertenece, la leí hace ya muchos años en un libro de Lenguaje Santillana en la enseñanza básica, tuve que recitarla frente al colegio entero y a fuerza de lo mismo se me quedó grabada en la mente, en esos años la percibía casi como un chiste o como un cuento para niños, pero a medida que han pasado los años (ya que nunca la he olvidado) al releerla o recitarla he descubierto en ellas el tesoro que encierra, la poesía de la vida, la pequeñez humana, el cosmos vivo y cambiante al que llamamos hogar, tan relativo como efímero.
He puesto en Google muchas veces sus versos, sus estrofas y párrafos intentando encontrarla más que nada para poner el nombre del autor, sin éxito.
Por cierto, el dibujo es mío, lamento si no soy muy dada al arte del pincel.
Hoy me volví a acordar de este poema, y de estas hormigas que me hablan de su grandeza, casi tan grandes como nosotros mismos, todo es cuestión de visiones...

martes, marzo 14, 2006

"Si hoy fuera mi último día.."


"Si un día para mi mal viene a buscarme la parca
empujad al mar mi barca
con un levante otoñal
y dejad que el temporal
desguace sus alas blancas..."

("Mediterráneo", Serrat)

Pintura:
"Alejando a la muerte"
Angel Martin


Sin ánimos de fatalidad de cuando en vez me preguntó que haría si supiera que este día, el de hoy, va a ser el último de mi vida.
Hace poco alguien volvió a preguntarmelo, lo que contesté aquella ocasión tenía mucho que ver con lo que sentía en ese instante y brotó de lo más profundo del alma, sin embargo, ese sentir no dista en gran medida de lo que pienso que haría hoy mismo, si hoy fuese mi último día.

Si hoy fuera realmente mi último día en este mundo y tuviera la facultad de saberlo (facultad a la que no otorgaré adjetivos), correría por la mañana a buscar los besos nunca antes permitidos, besaría sin temores con los labios pintados de lágrimas azules, de goce y dolor, trenzados en furiosas batallas, dados en el fragor de la pasión descrita en tantos idiomas desencontrados, en tantas noches con y sin luna, disimulando el caos que ha lacerado dulcemente tantas veces mi alma en el hastío.

Luego escribiría sobre ello, (no podría dejar pasar una experiencia así) y seguramente entregaría este escrito en manos de quien pudiera, al día siguiente, publicarlos en estas páginas.
Por la tarde haría el amor cuantas veces pudiera hasta que el cansancio dejase abatir mi temple, saciada de vida y de besos eternos, borrando las culpas, los atardeceres solos, las mañanas remotas en que tejí mis días en tus manos colmada de mares y cielos celestes.

Llenaría luego mi cabello de flores, de margaritas, de botones de rosas, de amapolas bordadas en campos de letras, recibiría a mi gente, llenaría mi casa de quienes yo más quiero para repartir sin temores todo lo que poseo, los escritos, los vestidos, mis tesoros más preciados, los dejaría sin miedo en manos de quien supiera que va a poder conservarlos y transmitirlos.

Y ya sabiendo que me queda poco tiempo, podría tal vez beber un buen vino o tomar una taza del té más aromático bañado en esencias de canela o de vainilla y me sentaría en la ventana ya llegado el atardecer con la alegría de los días vividos, la calma del tiempo que le entregué a esta tierra, mirando las estrellas, como me gusta, a jugar a los recuerdos y a esperar sin falsos temores a que termine al fin el último día de mi vida.

viernes, marzo 10, 2006

"Mi Flaco"


"Pasabas por allí, no sé bien
que vibró dentro de mi
y sin pensar me fui detrás de ti.
La luna en tu melena me ayuda
a seguir tus pasos por la acera..."

("JC", Mecano)


Con el flaco tenemos un lazo extraño, algo que solo él y yo conocemos, un coqueteo permanente en donde nos comunicamos más allá del tiempo y de los ritos.
El flaco es como mi Drácula personal, que me busca y me encuentra atravesando las inquebrantables barreras del tiempo y el espacio.
Le amo, le amo completamente, de eso sí estoy segura. Y como a él le enternece mi coqueteo furtivo, procuro pasar largos momentos a solas, a su lado.
Claro que siempre es menos de lo que yo quisiera.

Mi flaco está siempre cerca, lo presiento, lo presiento tanto, con esa intuición que tenemos las féminas que nos hace ser tan especiales.
Nuestro amor está firmado y decretado desde la primera vez que lo ví y lo sentí.

Lo cierto es que nunca he entendido mucho a la corte de intermediarios que él tiene, ni sus ritos, ni sus altares de mármol ni sus consagraciones ni sus cálices dorados ni sus doctrinas varias, ni sus castigos enfermizos, ni sus lamentos ni sus culpas insondables ni todo su adorno greco latino, bizantino o romano de que lo han revestido por siglos y que nada tiene que ver con su túnica de hilo ni sus manos humildes y callosas ni con ese amor celeste y despojado de todo que él me tiene.
Cierto también es que no necesito arrodillarme en ningún templo de piedra dura y fría ni aún en una capilla humilde para sentirlo tan dentro, para sentirlo a mi lado.

Prefiero buscarlo donde sé que está, en la arena caliente de cualquier playa, en el ardor a pie descalzo, en los bosques milenarios de mi Chile mineral, en los patios de mi casa, en los curaos de la vega que me abrazan hediondos a vinito con su mirada vidriosa cuando les llevo la ropa vieja que juntamos o en los mocos de tanto cabrito embarrado de mis muchas calles del Chilito oscuro que nadie quiere ver...

Mi flaco bello, eterno, camina a mi lado siempre y a cada rato, que duda cabe, y se me enreda en la melena de león, me huele, me husmea, me acompaña, como no amarlo cuando nace y muere cada año, cuando baja del madero asesino que lo vio desangrarse para decirme cuan vivo está , cada vez, cada día más.

Lo siento mucho, a veces he caído en la tentación de negarle, en la verguenza inexplicable de reconocerme una persona de fe, que estupidez, porque de la fe me he sostenido mil veces, de su mano me he afirmado y reconocido mi destino y si gusta bueno y sino, bueno también, allá cada cual.
Lamentablemente ( o debiera decir afortunadamente) no tengo otra concepción del tema ni de su presencia, pero no puedo amarle de otra forma salvo así, como le amo, a mi flaco, mi dulce amor, ya saben ustedes de quien les hablo.

miércoles, marzo 08, 2006

A mis Mujeres, Felicidades en su día



No soy muy amiga de las fechas, (salvo los cumpleaños que adoro celebrar) y el día de la Madre que estoy medio obligada a recordar, sin embargo en el ámbito en que se mueven mis días esta fecha no pasa inadvertida y he recibido tantos cariños y saludos que no puedo ser menos, y así retribuirlo multiplicandolo desde mi humilde trinchera.

A todas las mujeres, grossas y bakanes que me atraviesan la vida, que me tejen en historias, que me han parido, que me arman y desarman cada día, a mis amigas bloggers que desafían con letras sus guerras y luchas de cada día, a las matriarcas de mi estirpe y a las que me han señalado el camino en el que estoy metida ahora...

Este texto lo escribí el año 96 a razón de no sé qué, nunca le di uso alguno ni se lo regalé a nadie, recuerdo perfectamente el día, había sol y la desesperación por escribir y la urgencia por comenzar la jornada laboral esa mañana en Mundo Mágico se traducían en sudor en las manos, en temblor de piel y en un gozo persistente en la garganta.
No sé hacerlo de mejor forma.
Esto resultó ese día y hoy lo rescato de los cuadernos amarillos a modo de homenaje.

“Mujeres”

En medio de la revolución,
del cambio, de la prisa
De este tiempo convulsionado y fugaz
Emerge tu figura sólida
Ahora y en el amanecer del tiempo,
Tu temple, tu masisa sabiduría, tu amor infinito.
Eres tú mujer, la que siempre y a través de los siglos
Me mece y amamanta civilización tras civilización.

Han trepado por paredes húmedas, poblado valles,
Resistido torturas,
dejado arrastrar por angustias remotas,
Sangrando en guaridas oscuras
Y pariendo al fin generaciones íntegras y dolorosas.

Aún permaneces aquí,
A nuestro lado, erecta y soberbia,
Soportando estos nuevos tiempos
Llorando, sonriendo
o aún así riendo ante antiguos y renovados dolores
Abriendo el paso a nuevas sangres, a nuevos hombres
Y entonando cánticos de apoyo, de fuerza.

Ahora están acá vestidas de madres, de esposas,
de compañeras, de amantes devotas.
Hoy las subo a lo más alto, a lo sublime,
Olvidando un poco la prisa,
Olvidando un poco el cambio,
Hoy las revisto de guerreras,
Las saludo como madres
Las admiro por lo que son
Descrito simple en la fuerza de una sola palabra:
Mujeres.


¡Felicidades mis guachitas perris!

lunes, marzo 06, 2006

Momento de Despertar...



"Es sabido,
después del sopor del tiempo detenido
donde durmieron las larvas
y se retuercen ahora tras su letargo
devenido en crisálidas,
cuando los sapos tristes

que entonaron sus cantos
trocan ya en príncipes

al sortilegio de su beso.

Se presagia
el día en que los poetas consiguen, al fin,
su soñada inspiración

ante el baile de mil ninfas,
y cuando el ritmo de los arrullos narcóticos
vuelve a llenar los paisajes

donde solo yacía el silencio,
lo consigo identificar.

En medio de mis páramos bañados de una luna
que ya monta en retirada...
se me anuncia,

es sabido,
se presagia,
lo presiento,
Es momento de despertar.."


Así es, de vuelta después de un largo Febrero.
Las vacaciones estuvieron reponedoras, logré descansar y cargarme de nuevo de energía.
Contenta, alegre y agradecida por la cantidad de visitas que se asomaron por estos lados, contenta por que me tuvieron presente y se preocuparon de pasar a a saludar.
Por cierto, regresar a mi actividad laboral no me llena de la misma alegría que el retorno a la blogósfera pero en fin, la vida continúa...
Aproveché el tiempo también en aprender algunos truquitos para mejorar mi plantilla.
Espero que esta nueva imagen de la casa del castor sea también del agrado de mis amigos lectores, ocupé largas horas en refaccionarla a modo de marcar de alguna forma el inicio de este nuevo ciclo.
Y bueno, me sacudo un poco la flojera y pongo en la mesa mi lápiz y cuaderno compañeros de vacaciones...
Llegó el tiempo de despertar.