Como una cofradía, algo así como más que una hermandad es lo que somos junto a estos cuatro, ya ni me acuerdo cuando nos tomamos esta foto, seguramente la tomó el Gonzalo porque es el único que no aparece allí, además fue tomada con un celular que seguramente era el de él.
Y no me acuerdo cuando la tomaron porque fotos como éstas nos hemos tomado en miles de ocasiones, de hecho cada vez que nos juntamos tratamos de posar juntos.
Soy la mayor de los cuatro y la única que no usa anteojos, siempre les digo que fui hecha con los mejores materiales...pero hay algo que nos une más allá del amor de hermanos, de la historia compartida o de la infancia felíz, es lo que llaman la fuerza de la sangre. Y hay que ver comotira la nuestra.
Cuando nos juntamos todos somos como de esas bombas atómicas que cuando caen mandan así como una onda expansiva en donde todo lo que nos rodea deja de existir...las parejas, las vidas de cada uno y hasta los hijos, hablamos entre todos el mismo idioma, nos reímos de las mismas cosas, nos miramos y nos entendemos, siempre e inmediatamente.
Claro que cada uno tiene su preferido, el Gonza se lleva mejor con la Valen (obvio, son los más chicos) yo con la Gloria, (obvio, somos las más grandes) el Fernando con la Gloria, el Gonzalo conmigo, la Valen con el Fernando y así...
Nunca he entendido mucho a esos hermanos que hablan mal unos de otros, que se pelean por una estupidez y no se hablan en meses e incluso en años...yo no podría, si me llego a enojar con uno de ellos la siguiente vez que lo veo ya he olvidado el enojo, y estoy segura que a ellos les pasa igual.
Se dice que se escribe mejor desde lo tormentoso...supongo que algo de eso me está pasando, ando hace semanas como con una alegría atragantada en el cogote que me tiene en un estado de felicidad sostenida, algo así como si me hubiera sacado de encima uno de los pesos más grandes que me había tocado cargar sobre los hombros. Lo podría asimilar a cuando a uno se le ha muerto un perro que ha estado enfermo por largo tiempo y su muerte es al fin, aunque algo triste, la más enorme tranquilidad que se puede sentir.
Algo así siento, una alegría apretada en la garganta, un alivio y gozo que me sobrepasa y el que quisiera sostener durante largo tiempo. Por eso tal vez que tampoco estoy muy inspirada para escribir desde las entrañas, tal vez si estoy siguiendo bien los consejos del flaco..
Y bueno, nada, he andado así como en un período de mucho trabajo también en el que no he podido parar a sentarme a escribir en relativa paz, y como nunca les había dedicado un post a estos cuatro, heme aquí escribiendo para ellos, para los que los conocen y para los que no, para los que me conocen a mí y sepan un poquito cuanto los quiero y me hacen falta, que sin ellos, sin sus anteojos y sus pecas me cuesta estar, me cuesta estar sin sus risas, sin sus tallas pesadas e ironías, me cuesta estar sin sus caras alegres, sin su cariño de hermanos.
Que no podría ser felíz sin el cariño de mi Gonza, el más dulce Tontograve que he conocido en mi vida, el que comparte mi magia y se maravilla con mis tonteras simples, ingenioso, bueno del alma, creativo, y el más osado genio de la familia, capaz de abandonarlo todo por una carrera llena de luz, aún contra las burlas, los prejuicios y las adversidades creo que va a ser el más devoto educador de párvulos que haya conocido, entregado a la magia de sus duendes eternos y de su amor infinito por sus parvulitos...
Que no podría vivir sin mi Glo, mi chica Cosmopolitan, tan regia y llena de alegría, la única persona en el mundo capaz de reír el día entero con mis payasadas y contagiarme de esa alegría suya y de esa sabiduría espontánea que estoy segura ni ella misma sabe que tiene, la Glo, te enterarás por este medio y no por otro que si me pidieran toda mi sangre para ti te la daría felíz.
Que mis días no serían los mismos si no hubiera nacido el Valoncito, la Valen, la última luz de la cofradía, mi Señorita cara dePizza, hermosa como ninguna, fuerte como nadie, inteligente, estoy segura que de todos es y será la única capaz de hacer llegar sus sueños hasta donde nadie lo ha conseguido, que no podría estar sin sus letras, sus visiones interesantes, sus comentarios acertados, que me sostiene como si fuera yo la menor y no ella.
Y tampoco podría estar sin mi Cerro, el Toninito, el Fernando, que fue durante tantos años el hermanito menor (hasta que llegaron los otros dos), que se forjó solo y bueno...él es especial y lo sabe. También me duele cuando tiende a desaparecer, cuando se recoge a sus rincones y nunca pide ayuda, y hace como que no nos necesita pero en el fondo sabe y nosotros sabemos, y él sabe que nosotros sabemos, que no podemos estar ni estaremos nunca jamás lo suficientemente lejos.
My Brothers, mis compipas, mi banda , mi hermandad, los Soto de Chile, cuánto hemos pasado y seguiremos pasando juntos, y espero en Dios, durante mucho, mucho tiempo más.