viernes, diciembre 01, 2006

Cuando Él escribe...


Dentro de la imaginería y el artificio que este mundo significa puedo decir que he encontrado muchos amores …amores de todo tipo, de buena y mala índole, de bellas y horribles letras, sultanes adorables y especimenes siniestros, me he divertido grandiosamente como parte de mi espíritu aventurero, de mi naturaleza ansiosa de letras nuevas y apasionantes investigaciones acerca del poder de la retórica.
He tenido el placer de leer letras cautivantes, pletóricas de perpetua y subyugante poesía, otras de magistral e inquietante factura donde el ingenio ha logrado superar mucho de lo que antes entendí como buena literatura.
He tenido la oportunidad de ser acariciada por verdaderos cantos de juglares asomados a mi balcón, rescatada por caballeros andantes de lustrosa armadura venidos quién sabe de qué tiempos remotos y arrancados de quién sabe cuántas páginas de cuentos.
He conocido el artilugio maravilloso de verdaderas máquinas del tiempo en las que me han transportado a los más infinitos lugares del cosmos y zeppelines extraordinarios que me han elevado para dejarme caer suavemente en praderas de las más tiernas y soporíferas flores.
Y lo he disfrutado…y lo sigo disfrutando puesto que la imaginación no tiene límites, ni los marca ni los restringe.
Reconozco que me he dejado llevar por prosas envolventes hasta sucumbir en los más deleznables pántanos y he sido rescatada hasta sentirme bañada en cascadas de perlas.
No puedo dejar mi naturaleza que no persigue ni más ni menos que el delicioso placer de leer y de escribir.
He evitado mezclar en ello mi vida real.
Sin embargo, no hay tropa de guerreros que me ate más fuertemente ni ejército de sombras que mejor me envenene que cuando él escribe.
Cuando él escribe...cuando abandona los pliegues certeros de su vida real, de su mundo de números e ingeniosos proyectos, de su rol de marido de miel para adentrarse en mi mundo y escribir.
Escribe poco como poco es su tiempo pero cuando lo hace no hay poción más maravillosa que la que puedo beber de la ambrosía de sus letras, no hay jugos más dulces que los que vierte sobre mis labios en deliciosa descripción de imágenes y sombras…
Es entonces cuando el candor de los caballeros andantes y de los juglares, de los hados y las aves siniestras, de los zeppelines y las magos rapsodas se diluyen en la vorágine de todas las hojarascas inventadas y el mundo se vuelve cierto y duradero, sonoro y real siempre adornado de la magia del delirante placer de sus escritos y sus letras, cuyo vicio divino y delicioso estoy segura... jamás habré de compartir.

12 comentarios:

fgiucich dijo...

Entonces, nunca dejes de beber este néctar que endulza tus entrañas y te lleva a levantar un monumento bellísimo a ese escriba que por el mundo real te acompaña. Abrazos.

Rantes dijo...

hay letras que abren todo en nosotros, que no son comparables con ninguna.........
que bueno que tu autor favorito esté junto a tí.....

un abrazo amiga,
adios

Anónimo dijo...

Escribes muy bonito, y profundo,

Mugget

Indianguman dijo...

Qué bella y cierta manera de decirlo, la realidad termina superando a la fantasía si la ayudamos a elevarse un poquito con nuestra magia

bechito

Radio Cian dijo...

Pensé, al leerte, que ya no sé qué pensar; de tanto intentar hacerlo, olvido que ni pienso tanto como pensaba. Pensaré.

Mientras siga caminando el tiempo estaré pensando en seguir pensandote. ¿Pensamos?

Pensemos que sí, con los dedos.

Francisca Westphal dijo...

guau.. que pasión al sentir de tan bellas letras... por lo que tu dices, debe ser un verdadero prodigio de las palabras... un abrazo negrita...

Pinkerton dijo...

Hoy sólo siento celos, no habrá nada de poesía en este día, sólo cuestionamientos y un poco...sólo un poco de deseo de ver esas letras.

Claudia Castora dijo...

Ay Pinkerton...
poesía siempre habrá, entrelíneas y circunloquios, no se ponga usted celoso, considérese afortunado de estar en el escenario de los preferidos de esta humilde version de Cio Cio San que le ha adivinado el rostro y descifrado entre sueños.

José Luis dijo...

aaaaaa......que buena onda se siente por aquí hoy, que bueno que está mejor señorita castor, la última vez que pase por estos lados estabas un poquito triste.
besos, señorita.

Rodrigo Andrés dijo...

Que maravilla es leer tu blog me llena de encanto y dulzura, desde hace un tiempo he leído casi todo lo que escribes, pero este es el primer comentario.

Me gusta leerte, llenas mis sueños y mi encantos. Imagino lo suave que debes ser.
Un beso
Rodrigo

Anónimo dijo...

Me encantaría que sus letras acariciaran mis ojos. Las demás caricias, prometo buscarlas en otro lugar. No temas.

Hamacada entre tus palabras, me despido con un beso soplado al viento de los andes.

Siempre dijo...

Que halagador, que escribas así de él, de lo que él provoca en tí. Y lo mejor es que es parte de tu cotidiano, pero tiene ese lado que podría decirse que solo tú conoces.
Me agrada eso que compartes.
Un abrazo