miércoles, diciembre 06, 2006

La Magia del Día



Hace poco un amigo muy querido me decía que cada día tenía su magia, que nadie podía irse a la cama por la noche sin haber tenido esa dosis de magia que cada día regala.
La magia del día le llamó.
Y me impresionó esa original forma de ver la vida.
Hay días malos, claro, días en que la inercia pareciera apoderarse de todo, días en que nada de lo bueno puede superar a lo malo, días iguales a otros, a todos los demás, levantarse, partir al trabajo, mirar en la micro las mismas caras de siempre donde nadie sonríe, donde todos son iguales, donde pareciera que nada mágico pudiese ocurrir, pero ocurre. La gracia, me explicaba, está en saber esperar ese instante, reconocerlo y darle su valor.
Cualquier cosa puede venir cargada de ella... el perro que nos movió la cola, la luz del sol brillando reflejada en un inmenso cartel de propaganda en medio del centro, el rubio que nos sonrió al subir al metro, el aroma de una cabellera quedando en el sendero, el jugo del durazno chorreando hasta los codos, un mail cargado de luz, una llamada equivocada que termina animándonos la tarde, un par de palomas chapoteando en una fuente, una invitación inesperada, una mirada, una sonrisa, un beso, una canción vieja…en fin, no tiene que ser una gran cosa, no hay por qué esperar una gran noticia ni un regalo porque cada instante atesora el regalo de la magia en sí.
Claro que es maravilloso cuando esa magia consiste en un gran acontecimiento, un nacimiento, un beso largamente esperado, una declaración de amor, un poema escrito solo para uno pero, cuando no se dan las condiciones, hay que tener suficiente astucia y esperanza en que de una forma u otra cada día nos trae de regalo un misterio fabuloso.
Hace poco, caminando por el centro con mi muy querido Tontograve, oímos de pronto una de las voces más hermosas que he escuchado tejiendo en el viento un aria de ópera, la voz provenía de una de las tantas sopranos que han tenido que cantar en la calle para divulgar su arte y ganar así unos pesos, la podíamos ver desde lo alto de la escalera que bajaba al metro y como si estuviésemos ubicados desde un balcón los transeúntes la mirabamos hacia abajo y la aplaudíamos.
Mucha gente le dio dinero, Tontograve me miró y me dijo: "Hagamos un acto de magia", corrimos a uno de los tantos puestos de flores de la Plaza de Armas y escogimos la más hermosa de las rosas, regresamos a nuestra ubicación y cuando terminó de entonar los más bellos pasajes de "Madame Butterfly" le dejamos caer entre sus manos la flor desde lo alto.
Su cara se iluminó y el resto de los asistentes celebró el gesto entre aplausos y vítores.
Nos siguió mirando un rato, inclinó la cabeza hacia nosotros y nos regaló su sonrisa.
Aunque le hubiésemos dejado caer diez veces el valor de la flor no hubiésemos logrado jamás ese instante de divina luz, ese instante de magia....para ella, para nosotros, para los que ahí estaban.
Puede tratarse de lo que sea, puede incluso pasar desapercibido y confundirse con el viento, puede que nadie más pueda verlo, que no signifique absolutamente nada para nadie más que para nosotros mismos, pueden ser las palabras de una Kiantei cualquiera en un blog cualquiera, una despedida, un recuerdo, la Navidad cercana en la brisa de Diciembre, puede incluso parecer que no ha existido... pero está, aquí mismo, ahora, en este instante.
Y hoy, esta misma noche antes de dormir, si recordamos y repasamos con atención podremos estar seguros que a lo largo de estas 24 horas y por más dura que haya sido la jornada seguramente se ha presentado confabulada con el milagro, camuflada entre otros miles de instantes y envuelta en el poderío de su misterio inconfundible y prodigioso... la Magia del día.

(A Mentecato)

14 comentarios:

Rodrigo Andrés dijo...

Tu magia toco mi hombro y me hiso llegar de los primeros...
Suerte la mía,

saludos

Rodrigo

mentecato dijo...

Se habla de las leyes inmanentes. De lo que sucederá, sin más.

Es decir, seres, acontecimientos que vendrán a ti porque son inherentes a tu naturaleza...

Y llegaste tú con tanta belleza. Regocijado estoy.

Esto me lleva a recordar el poema ¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?

Un abrazo.

Coralya dijo...

La Magia del día, que me regalas con tu calidez y esas palabras que día a día me hacen vibrar y vivir a concho cada momento a pesar de la adversidad. Gracias, gracias por ser la magia que me ilumina en aquel lugar.

Coralya

Francisca Westphal dijo...

Cuando trabajaba, me levantaba a las 6 am y cuando viajaba estaba amaneciendo, y ese era cada día mi regalo único, el sol apareciendo entre las montanhas, me regalaba el sonido del mar mientras caminaba y el verde de los árboles, las gotas de lluvia en el paraguas y aprendí que ese regalo diario era un acto mágico de la vida... te quiero negra, por recordarme cada día que esa magia no se pierde sino que se gana...

Indianguman dijo...

Linda!, esta es mi Castorcilla Girasola, la única que me inspira, que me levanta, que me enciende y me llena de luz simplenmente así

MARAVILLOSO

fgiucich dijo...

Es una verdadera delicia abrir esta página y encontrarse con un texto que reconforta y vivifica. La flor, cayendo sobre la soprano, en la escalera del metro, tiene el gesto de una grandeza singular. No es lo mismo el valor de una moneda que el de una rosa. Para esa cantante sin trabajo, ese habrá sido uno de sus días más felices. Yo también la quiero mucho, amiga mía. Abrazos.

tyare dijo...

Que bello gesto!, el de arrojar la rosa, pero también es bello encontrar tus escritos que trasmiten magia a quenes leen. Besos!

Elisa de Cremona dijo...

mmm la magia... estos días deberían ser mágicos... ojalá se me pegue algo!
un beso

Claudia Castora dijo...

¿Qué tiene usted...?
Pues magia

Tontograve dijo...

Y si, al final si hay algo que valga la pena en el dia, es magia.
Magia de los ojos de la chica cuando recibio la flor.

hay magia en todos lados, mi querida kiantei, tendremos que hacer algun otro acto magico poetico uno de estos bellos dias de navidad.

(Mall plaza tenia razon, la magia está en creer)

Mar dijo...

Simplemente hermoso. Y real.
Saludos.

Claudia Castora dijo...

Mentecato...a veces te extraño.

Claudia Castora dijo...

Mentecato...a veces te extraño.

Claudia Castora dijo...

Mentecato...a veces te extraño.