lunes, abril 09, 2007

Libertad

Cuando uno escribe es inevitable pensar en los ojos que le seguirán con atención.
Y en esa lógica es tremendamente difícil escribir en libertad.
A veces uno escribe para si mismo, se deja envolver por la magia del día, el estado del tiempo, el clima, los ánimos y entonces las letras florecen como testimonio auténtico del pasar de los días.
En otras ocasiones, al pensar en los ojos tras la pantalla y lo que ellos provocan se lanzan misiles teledirigidos con la sola intencion de llegar directamente a un blanco.

Sin embargo no hay valor más dulce y sonoro que el ejercicio de escribir en libertad, en la libertad de crear sin pensar en mas allá, sin sentirse atado, perseguido, acosado, juzgado, malinterpretado...
Escribir, escribirlo todo, que don tan maravilloso, soltarse las amarras, volar sin tajamares de racionalización, sin ataduras, sin esperar reacciones ni aventurar respuestas...volar al escribir, escribir al volar, hacer volar techumbres, barajas, sombreros, relojes con las alas extendidas como arcoiris embriagados en luces.

Tan solo destellos.
Letras que se atropellan, que van y vienen, poesía que se ahoga y se contiene en la garganta, que más da que haya mil ojos tras esta pantalla cuando el punto aparte no es más que la constelación de todas las maravillas.
Solo escribiendo en libertad podemos gritar en todos los idiomas vestidos de rutilantes arlequines.

No volveré a sentirme con las manos atadas ni con mil ojos siguiendo la huella de mis pasos, que más da, si es el silencio al fin el que resguarda y fiscaliza nuestra libertad.
Tan solo destellos que pueden apagarse un día y reinventarse al otro, nacer y morir en una página de bosque para resucitar quizá nunca quizá siempre en alguna vieja taberna donde solo convergen los amigos.
El día a día se teje entre sueños y en la punta de la luna podré clavar mi amor entero como una bandera de rutilantes colores y donde me pondré en el andar de cada día la armadura que proteja al escribir mi tan ansiada libertad.

10 comentarios:

Princessa dijo...

A me cuesta ene escribir con libertad.
Es como que quiero escribir cosas bonitas… Y a veces lo que tengo ganas de escribir no es muy bonito.
Pero el blog me ha servido de harto, pk igual hay post no tan bonitos que he logrado escribir.
Un abrazo

Francisca Westphal dijo...

lo se querida Candi... escribir con libertad es una necesidad interna, tanto como respirar o beber agua... y cuando no podemos, recurrimos a nuestros amigos, esos que no juzgan y nos abren las puertas incluso de madrugada... besos, tqm.

Dra. Kleine dijo...

Basta conque tus manos y tu mente vuelen y solas se coordinan en silencio, logran lo que en mucho se creía imposible. La mente vuela, las manos caminan, y poco a poco se va sintiendo la libertad de escribir y dejar sentir lo que hay ahí dentrito!

Damasco. dijo...

felicidades! diste en el punto de la diana con tus dardos atinados. Ahora lees más claro.
Besos de regreso a las andadas.

fgiucich dijo...

Has escrito una gran verdad con bellas palabras. Abrazos.

Chiara Boston dijo...

Deja volar todas esas mariposas que te salen del corazón y se escapan por tus dedos. A mí me gusta rescatarlas y cobijarlas en mi interior porque me hacen cosquillas. Besitos sin censura!!

Luciana dijo...

Gran tema, aunque a mí el punto de la libertad me está haciendo ruido con cosas que me gustaría comentar y no puedo. No por el qué dirán, sino por objetivas y puntuales consecuencias que sí tendrían.
Pero ánimo, que la poesía sí que se puede...

Vero dijo...

Una gran verdad lo que has dicho, muchas veces nos sentimos atados y mil veces escribimos lo que los demas quieren escuchar y no lo que nosotros queremos decir, yo me revele contra mi propia censura y hace un tiempo escribo lo que se me antoja, aunque tengo otro blog absolutamente anonimo y ahi si que me desahogo, ahi no me importa nada solo dejar huella del minuto exacto que vivo.
Gracias amiga por el apoyo, me rei mucho con tu comentario en las mujeres chilenas de 30.

Un Beso.

Juan dijo...

Que nada ni nadie coarte tu libertad, ni siquiera tu misma.

La libertad para hablar, escribir, crear, vivir, debe ser nuestra bandera de rutilantes colores, como tu bien dices, y el estandarte que nos identifíque con los seres libres y, por eso mismo, felices.

hetsah dijo...

creo que soy yo, no ellos/as... pero... muchas veces se me antojan ciertos escritos tan... evidentes... como si quienes los escribieran desearan proyectar aglo en específico y producir a través de ello una respuesta determinada

y simplemente me aburren... la necesidad de aprobación es un tema medio adolescente para mi, como que ya lo pasé y se me antoja cansón, obvio, etc

es terrible no sentirte libre de delirar a gusto

¿pensar en quien lee, en agradarle, sorprenderle, respetarle, interesarle? me importa un carajo


te quiero mucho, un besito