jueves, abril 05, 2007

Se ha ido

Lo visité un par de veces, me gustaba su foto porque lucía guapo.
Era de esos bloggers que te los encuentras en varias partes y nunca visitas, pero recuerdas su nombre, su avatar y hasta el nombre de su blog.
Ayer estuve con mi querida Hetsah (de Colombia) y me contó.
"Se nos fue un blogger, falleció este Domingo, yo le quería entrañablemente"
Entonces sus ojos se llenaron de lágrimas y yo no pude sino contener la voz, me traspasó en el dolor y no solo porque se apaga una luz tan joven en este mundo sino por la constatción dolorosa del cariño real que se genera en este universo.

Se ha ido Hugo y su página sigue y seguirá estando ahí, abierta, online, recibiendo comentarios quien sabe si para siempre.
Llevo casi dos años en la blogósfera y he tenido la oportunidad de conocer tanta gente, tantos amigos, tantos conocidos y otros tantos cuyas letras sigo aún en el silencio, somos parte de sus vidas y han llegado a ser parte de las nuestras.

He sido testigo de romances fugaces y otros tantos más duraderos, he visto en el transcurso de este tiempo nacer varios cachorros Blogger... Amandita (de la Pancha), Máximo (de Marcylor y Esteban), Vicente (de la Eterna Despistada), he visto blogs que han muerto y han resucitado, otros que se han ido para siempre, grandes amigos, avatares de la vida que va y viene, peleas furiosas y amores porfiados que no cesan, que no callan y no paran.
He visto la vida misma en una amplitud grande, abierta, me ha gustado, claro que sí, ya a estas alturas más que una moda, escribir es parte de la vida.

Hoy estoy triste, en varias ocasiones imaginé cómo sería cuando uno de nosotros partiera para siempre, su espacio detenido, el recuerdo intacto, sus letras abiertas a todos, como un regalo, como una parte suya que nunca, jamás se irá.
Un abrazo a la lejana distancia querido Hugo, en la más cierta de las cercanías, porque si algo lindo nos dejaste es tu presencia entre nosotros para siempre.

17 comentarios:

hetsah dijo...

me sorprende este post
me sorprende todo esto
-ando medio extra-sorprendida, no?-
Hugo era como la brisa, tu sabes, iba de aquí para allá, con una cierta alegria y despreocupación, aún cuando dentro de su cabeza sucedían más cosas de las que se pudieran percibir

era una biblioteca ambulante, era el rock
era sueños, era cariño, era frescura, era toda una forma de vida diferente

muchas personas lo queremos, y lo querremos siempre
su partida nos ha puesto a pensar en su vida
en la vida
en nuestras vidas

me gusta imaginar que ha vuelto a nacer, y ahora es un pequeño niño japonés que escucha las historias de su honorable abuelo de larga barba y ojitos rasgados, en el país del sol, mientras se desprenden hojas de los cerezos

ahora a vivir, como él quisiera, felíz

fgiucich dijo...

No lo conocí, pero estoy tan triste como si lo hubiera hecho. Sigamos en la lucha que es nuestra forma màs verídica de pelear por nuestra libertad. Abrazos.

Claudia Castora dijo...

A no estar tristes.
Los bloggers no mueren, no podemos morir, nuestras letras nos han hecho inmortales como inmortal ahora es nuestro amigo.

Coralya dijo...

Bucha, se me borró el comentario anterior, y yo que estaba tan inspirada.
Bueno, prosigo.
Grandes sentimientos has expresado hoy en tu post, sé que él jamás morirá en éste, el mundo de la blogosfera y tampoco en los recuerdos de quienes mucho le quisieron. Por lo menos yo no lo haré, ya que llevaba el nombre de quien está en mi corazón y si así fue, quiere decir que era una linda personita que dejó huellas entre sus amigos.
Un beso enorme mi querida Kiantei, estoy feliz de tu regreso a casa, te quiero mucho y tú lo sabes.

Coralya

Princessa dijo...

No lo conocí.
Pero siempre es una pena, peder a alguien y más aun tan joven.
Un abrazo grande

Chiara Boston dijo...

No conocí a Hugo, pero me parece sublime lo que has escrito respecto a la vida eterna de la blogosfera. Supongo que quienes nos vertimos en las letras, tenemos cierta necesidad escondida de inmortalizar nuestro espíritu, de dejar testimonio de vida, de ser a pesar de la ausencia. De hecho, SOMOS a pesar de no SER físicamente. Qué mejor desafío a la muerte???

Un beso enorme, Castor.

Juan dijo...

Hola kiantei, me alegro mucho de tu regreso. ¿Te fue bien?.

Es una pena que haya coincidido con la desaparición de un amigo blogger, lo siento.

Como tu dices, no se ha ido del todo, siempre quedarán sus letras, su espíritu, que ya forman parte del bagaje que acompñará siempre a los que compartieron con él ilusiones e inquietudes. Descanse en paz por la eternidad.

Besos de bienvenida, kiantei.

Francisca Westphal dijo...

es una lastima, toda muerte es una lastima pues hay otros que están sufriendo... me he quedado pensando en la inmortalidad... en que nos morimos así de pronto y nuestro blog queda abierto seguirá abierto muchísimo tiempo y tal vez en 30 años o mas alguien leerá nuestras palabras y tal vez se prenderá de nuestra vida y tal vez, sin estar presentes seguiremos dejando mensajes en este cibermundo... pucha que pena!

Tontograve dijo...

Nadie muere.
Solo es silencio.
Y yo, prefiero el silencio.
(bienvenida, again)

El señor K. dijo...

Es raro esto de la cercanía a través de la distancia, de la abolición de las distancias y un poco también la abolición de ese yo social que nos determina y también nos aisla.
Vengo a su casa y me la encuentro triste. Un pañuelito, es todo lo que puedo darle.

Elisa de Cremona dijo...

uffff....
un abrazo

Vero dijo...

Realmente es una pena, mis grandes miedos estan relacionados con la muerte, te lei en la mañana y quedé sin palabras, me aterra pensar que alguien que quiero pueda desaparecer. Dios de fuerza a su familia y a sus amigos. Te dejo un abrazo.

Un Beso.

peyote dijo...

Lamento mucho lo de Hugo.
Pase por su espacio, que, estara ahi, sera un retorno a lo que dejo y dijo en su momento. Ese momento dejo y toco un segundo de tristesa; lagrimas de miel.
Pero alegrate, por todo los recuerdos y palabras qué dejo.

La vida es amar aquello que dejo algo en nuestras almas.

Saludos.

mentecato dijo...

Sólo ayer meditaba sobre las ausencias: de mi grupo familiar (más próximo) pretenden radicarse en Osorno...

En mi casa siempre había gente; tíos, primos, abuelos, bisabuelos, amigos.

La mesa del comedor (para 25 comensales) ahora ya no se ocupa.

Casi todos han emigrado hacia más allá de las estrellas.

Los menores de la familia se han ido lejos.

Son las amadas ausencias.

A veces me siente un extraño en la ciudad. Quiero remontar como los salmones hacia el origen.

Todo alejarse me duele (se pierden las voces, los abrazos, el fogón, la canasta de pan sobre la mesa, el bullicio de los niños, el canto femenino desde la cocina, el beso de los que regresan...).

Un abrazo a Hugo en su viaje hacia la gran luz.

V dijo...

Yyyyyyyyyyyyy nina!!!!

Cho te dije: el castor es de todos, eh, no es tucho, vos solo lo canalizás, pero no seas patuda si el castor es de todos nosotros nina!!


Bienvenida, eh.

Luciana dijo...

Qué fuerte y qué triste.
¿se volverán nuestros blogs el epitafio que no escribiremos?

Cainista dijo...

Nada que hacerle, la vida se lleva nuestras vidas efímeras y quedan como testigos parlantes nuestras letras quietas.
Y quizás el recuerdo.

Pero mi dulce y mágica amiga, te recuerdo...
no hay tiempo ni distancia, no hay muerte para los amigos, somos esencia y amor, vida y color contenidos en palabras.

Somos lo que construimos.
Un beso grande de este hombre que te admira.
Cain