martes, abril 04, 2006

Diluirse era la palabra...

En la profundidad de la palabra,
tal vez nos haga falta un antifaz.
¿Cuánto podemos pecar en unos minutos?
Cuántos minutos para pecar...
Diluirse era la palabra
Te leo siempre, siempre y siempre lo haré...

...Tal vez Diluirse no sea la palabra, tal vez la palabra no sea más que valentía, tal vez no sea más que lavarse la cara y volver a sonreír, y recuperarse alegre y en la dicha de un blog lleno de color, quien sabe.

Tal vez no haga mas falta en la vida que una persona que brille solo para uno en una remota isla en medio del océano, que surja en palabras, que se hile en hechos, que no quiera mas que oir breve una voz, una voz de risa y llanto contenido, de furias celestes, de pasiones a punto de reventar.

Tal vez no nos veamos jamás las caras (quien puede saberlo), tal vez no nos oigamos jamás la voz (aunque no lo creo) pero si sabemos que nos tenemos el uno al otro no solo en la profundidad de la palabra sino tal vez más allá, en un estallido de corazones, en unos eslabones desencontrados, en un par de almas que vagan errantes arrancando de mil mundos, de amores que no han sido (y otros que han sido), de ojos que no vean.

Te leo siempre, siempre y siempre lo haré, tengas el nombre que tengas, vivas donde vivas y estés donde estés.
Este espacio está sellado, absolutamente sellado, nadie sabe ni sabrá de él (a menos, claro que surja una casualidad de esas que solo Dios sabe mandar y caiga alguien quien sabe de donde)

Kiantei no logra dormir y su antifaz le permite sonreír y respirar.
Pero este es mi espacio, simple y sencillo.
Este es mi lugar, este es mi casa, mi espacio, tu casa, nuestro lugar, en solitario.
Cuando quieras, siempre estaré.

4 comentarios:

Amapola dijo...

"Nadie es una isla completo en si mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia; la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti."

Claudia Castora dijo...

Se te extraña, te has ido de nuevo...no importa, ya me tienes algo acostumbrada, sé que volverás.
Y aquí estaré, esperando por tí.

Un besito.

Siempre dijo...

Que lindo lo que escribiste, tenía ganas de leerte desde que decubrí este mundo bloggero.
Saludos desde el sur

Indianguman dijo...

Aquí al otro lado del cable o del mundo (o será el mismo?), leyéndote siempre, amiga luminosa...