miércoles, junio 28, 2006

Todo Tuyo


Me tiene chata la hoguera de las vanidades publicada en tanto blog, me tiene chata el juego de los egos levantados, me tienen chatas las pataletas baratas, los comments auto inflados, la mala onda.
La verdad es que para ser honesta igual me daría un poco de lata ver algunos de mis poemas publicados en otro blog adjudicándose la autoría, no lo niego, pero aparte de la lata estaría realmente muy lejos de armar un escándalo al respecto, mucho menos de entablar acciones legales.
No tengo bien claro para que sirve realmente esa famosa licencia Creative Commons, incluso debo confesar que la puse acá simplemente porsiaca, porsiaca de no sé qué diablos pero porsiaca.
Derechos de autor? en Internet? me permito reír a carcajadas.
Claro que es cosa de sentido común, yo al menos no sería capaz de venir y plagiar un escrito por muy lejano que éste se encuentre (aunque en rigor nada en Internet es lejano) y publicarlo como mío.
Por decencia, moral, qué se yo, no lo haría.
Pero mis escritos, mis escritos los publico bajo un nombre que no es el mío en una dirección www de uso público ante miles de usuarios en el mundo entero. Fue mi opción. Mi opción es subirlos a la web, entregarlos, mostrarlos ahí están, para ser leídos, soñados, usados...en fin.
Lo digo porque me he topado con cada caso, con cada escándalo gritando al mundo la autoría de relatos, algunos incluso de una calidad bastante precaria.
Mi opción es el blog, mi opción es el anonimato, mi opción es subirlos a la web y regalarlos al mundo y si alguien va y los publica a su nombre, bueno, lata, pero qué le voy a hacer, si otro va y lo regala como suyo, bueno, estará de Dios, si otro va y arma un libro y lo llega a publicar y ganar plata con eso (vaya a saber uno), bueno, también creo en la justicia divina, en que cada cosa cae por su propio peso y que el talento al fin y al cabo es inplagiable (nosé si existe esa palabra pero supongo que se entiende).
Mi opción es el bajo perfil, mi opción es no contestar cada uno de mis comments, mi opción es hablar en primera persona porque creo que eso habla de honestidad, mi opción es el blog (que si no, mejor busco una editorial que me publique con mi nombre verdadero y todo y a ver si vendo), mi opción es sentir que cada una de mis creaciones es un regalo, a mí misma, a quien me esté inspirando en el minuto, a mi familia, a mis amigos, al mundo entero.
Hace poco me escribió una niña de Argentina, la Flo (saludos Flo), no tiene blog, no le gusta, tampoco deja comments, me agregó a su msn y me manda mails, me dice que siempre me lee, que le gusta lo que escribo y que le ha regalado mis poemas a su novio, los que más le han gustado.
A mí la dicha me sobrecogió el corazón, me sentí como si me hubieran entregado el Nobel, como recompensada, en fin, felíz y nunca se me ocurrió preguntarle si me mencionó, si citó mi nombre al menos o qué se yo, a mi lo único que me llenó el alma fue que a alguien en el mundo le gustó tanto algo que yo escribí con el corazón que fue capaz de regalarlo. Ahí morí.
Humildad por favor, basta de egocentrismos, de torpezas, de soñar que nuestro talento es tan inconmesurable que no puede venir cualquier indigno y tomarlo como suyo, basta de llanto, que estupidez.
Es mi humilde opinión, mi opción es ésta, como de otros tantos miles que escriben desde su simpleza, mi opción es la gratuidad, escribir para mí y para todos (que si no mejor escribo en un archivo de Word)
El cariño con que escribo me alcanza, de eso estoy segura, para entregarlo al mundo virtual a su completa disposición, para eso escribo, para eso comparto, y mis pobres versos bien pueden ser ocupados por quien los quiera y el que me quiera reconocer, bien y si no, bueno, para eso estamos, no les quepa duda, que para eso estamos.

viernes, junio 23, 2006

Soliloquio

“La creación poética no es un ejercicio de salón sino un modo, peligroso, de vida”

No me acuerdo bien donde fue que leí esa frase, tiene que haber sido en los Detectives Salvajes, de Bolaño, no queda otra, la Valentina me sumergió en el mundo de Bolaño y éste último tiempo no me lo he llevado sino en eso, leyéndome todo lo de Bolaño que caiga en mis manos.
Tampoco sé bien por qué la guardé, por qué la copié en un word por ahí y por qué me hizo tanto sentido.
Hoy día un poco ordenando mis archivos y otro poco en la búsqueda de la constante inspiración la volví a encontrar. Y me volvió a hacer sentido.
Aparte de leer a Bolaño tampoco he hecho otra cosa estos últimos seis meses que escribir poesía, y han sido los meses más luminosos, dolorosos, oscuros (a la vez), tremendos y cuestionantes que he vivido a lo largo de mis años.
Todo puede ser una coincidencia, no sé que fue primero, si empecé a escribir poesía y después me atormenté o me atormenté y después empecé a escribir poesía, la cosa es que los tiempos son coincidentes y en lo que ando ahora es en la búsqueda de fórmulas para sobrellevar esto.
Cómo escribir poesía sin ser un atormentado. Cómo conseguir inspiración visceral y genuina sin tener que vivir necesariamente un proceso interno.

O es que realmente los “poetas” así, los de verdad, son tan inteligentes o han alcanzado tal nivel de dominio en su técnica que tan solo les basta imaginar un sentimiento para poder describirlo? No tengo idea.
Por ahora mi propia experiencia me ha indicado que no puedo escribir del amor sin sentirlo, ni del sexo sin probarlo, ni del odio ni el rencor ni la venganza sin que de veras no estén fluyendo pensamientos y sentimientos realmente asesinos por mis venas...
Me gustaría considerarme poeta , pero no lo haré mientras no entienda estos misterios.

(Algunos se preguntaran porque escribo sobre estas cosas si en este blog, en La Casa del castor no se ve mucha poesía. Es simple. Mi poesía se derrama en otras páginas. Valga la pequeña explicación por respeto a aquel lector nuevo que no sabe de esto, y a los que saben y me leen, compartirles con el alma lo que la poesía es para mí)

“La creación poética no es un ejercicio de salón sino un modo, peligroso, de vida”
Y vaya que es peligroso, porque obliga a la constante conversación con uno mismo, obliga a sentir, obliga a estar alerta, a tener los sentidos dispuestos, a comprometerse en cueros y es cierto, no es un ejercicio de salón, no es la paya entretenida que surge en el seno de las reuniones familiares de Fiestas Patrias ni el par de versos que nos aprendimos en la básica para el acto del 21 de Mayo para conmemorar a los próceres .
La poesía es la vida y el desgarro, la pasión y la furia, la emoción y el sentimiento, el talento y la desvergüenza y el hastío y la cordura y la locura y el desvarío y la promesa y el cansancio y los sueños, la vida y la muerte, la lucha y la derrota, el poder, la lujuria, lo adverso, lo bueno, lo malo, lo decadente, lo abstracto, lo concreto, lo simple, lo absurdo, lo perfecto y lo imperfecto, la poesía es el alma, la esencia, el éxtasis, la expiación, el dolor.
Y en este escenario no puedo sino estar de acuerdo con Bolaño (una vez más).
La poesía no es un ejercicio de salón simple y cotidiano, la poesía, la de verdad, es verdaderamente un modo muy peligroso de vida porque es también un muy buen camino directo, feroz y dulcemente pavimentado hacia la muerte.


miércoles, junio 21, 2006

Que ironía!

Nunca había pensado en la ironía como en algo malo, porque en mi casa, desde pequeña siempre el sentido del humor se basó en el sarcasmo, en el comentario socarrón y rebuscado donde la gracia consistía en reírse De y jamás Con.
Y en la convicción de lo gracioso que eso era crecí y me formé.
La broma cruel, la talla pesada, los chistes irónicos, el humor negro siempre fueron más que un estado de ánimo un estilo de vida y ha sido muy común a lo largo de estos años juntarse en familia para disfrutar de las últimas desventuras de tal o cual.
Una talla muy común en la familia era la del Pelao que se fue a estudiar a una Universidad al Norte no se qué profesión ni por cuantos años y terminó tocando el Huiro en una orquesta tropical y era muy gracioso decírselo a la cara cada vez que lo veíamos, o enaltecer la figura del Toto (otro primo) que partió a recorrer el mundo con toda la parafernalia y no pasó más allá de Buenos Aires para terminar siendo taxista, pero cada cierto tiempo mandaba regalos y cassettes con sus historias grabadas y la familia se reunía en torno al gran evento de su inigualable "Travesía".
Hoy el Toto es otro de nuestros temas de burla como también lo es el que no baja de peso, el que se separa de la esposa, el que se cae en la tele, el que habla mal, el que no tiene dientes, el negro, el chino, el chico, el tartamudo...y así, sin fin, porque el humor negro y el chiste cruel da para mucho.
Me gusta tu humor me han dicho algunos, tienes un humor inteligente, me han dicho otros, porque claro, en estos tiempos disfrutar de un humor blanco es signo de estupidez, casi de deficiencia mental.
Lamentablemente me criaron de esa forma, en la ironía, en la burla vengativa, en el tallón ponzoñoso, en el no contestar de las últimas ni quedarme callada, en jamás poner la otra mejilla, en jamás pedir disculpas ni reconocer los errores.
Así me formé y podría pensar que es demasiado tarde, pero no, espero que no.
Y no lo es porque no es la forma en que quiero que mis hijos se críen, porque creo que la ironía es uno de los venenos peores, que el sarcasmo destruye y la burla mata. Y que nadie me diga que depende por donde se mire.
La ironía es enemiga de las buenas relaciones humanas porque disfraza la verdad maquillándola de chiste.
Porque no es humor inteligente sino humor cruel y cínico.
Porque no hay humor irónico que pueda llamarse “humor fino, o de salón o inteligente”, solo es ironía.
Y lo que puede ser lo más gracioso es en el fondo para quien lo recibe signo de dolor y desprecio.
Y en las relaciones de pareja siempre es arma de doble filo sobre todo cuando se disfraza el entendimiento mutuo de ironía y sarcasmo.
Ese "No es necesario que hablemos, tú y yo nos entendemos de este modo" "Tú me entiendes como soy" "Tú y yo gozamos del mismo tipo de humor", cuando no es más que la semilla de una relación perversa y llena de engaños, porque luego ya no nos reímos juntos sino que el uno del otro y así en una espiral que solo puede terminar mal.
Mala cosa.
No creo que sea una batalla fácil, y aunque intentaré lo contrario para relacionarme en forma honesta y con la gracia de la simpleza del buen humor seguramente más de una vez volveré a sorprenderme a mí misma riéndome de alguien, más de alguna vez seguramente volverán a decirme ¡Qué gran sentido del humor que tienes! Y seguramente volveré a inflarme de orgullo por ser una persona tan a tono con los tiempos modernos...
Diablos, que ironía!!!

viernes, junio 16, 2006

Formas y no fondos

Hace algún tiempo un buen amigo abrió en su blog un debate sobre la importancia del fondo y la forma.
Enfocaba la visión hacia el mundo blog, me asombró ver como todas las personas concordaban en la importancia de los fondos antes que las formas y me complací en ser la una discordante.
Mirado a simple vista parece una decisión sencilla: "Obviamente es más importante el fondo", sobre todo cuando se trata de personas procuramos verlas más allá de lo evidente aún cuando su aspecto físico pueda darnos claras luces de sus hábitos de vida.
Pero no es sobre las personas en que me quiero fijar por ahora porque independiente de su apariencia, siempre hay que mirar más allá de lo evidente con ellas y eso no es discusión, sino que, al igual que mi amigo, únicamente en la escritura, sea de blog o no lo sea.
En cuento a los blogs los separaría inmediatamente entre los que tienen ambiciones literarias y los que no.
Cuando no las tienen es necesario solo apreciar su contenido porque no se trata más que de voces salidas directo del alma sin filtros ni adornos, ni rimas ni estilos y nos llevan directamente al terreno personal, a los gustos, a las esencias, con ellos no importan entonces las faltas a la ortografía ni a la gramática ni a la moral ni a las buenas costumbres ni a los formatos, nadie podría cuestionar el cómo porque sólo quieren ser oídos sus Qués.
Pero en los escritos que tienen ambiciones literarias es imperdonable reparar en los fondos porque son las formas las reinas, las que dictan las normas, las que brillan por sí solas, las dueñas de la belleza.
Formas, nunca fondos.
El fondo siempre depende de la forma, la forma guía al lector por donde el autor haya escogido llevarle.
El fondo es siempre el qué, la forma es el cuándo, el cómo, el dónde.
Si tenemos a un anciano sentado en el banco de una plaza mirando un punto fijo al horizonte y le cambiamos únicamente la música a la escena todo el contexto del fondo cambia.
Con el himno a la alegría nos hablaría de paz y esperanza
Con la banda sonora de los archivos X tenderemos a pensar que se trata de una escena a lo menos paranormal.
Con un tema de Silvio Rodríguez nos traerá mil recuerdos y nos remontará quien sabe a qué épocas.
Y con la banda sonora del Show de Benny Hill no podría causarnos otra cosa que gracia.
Entonces el cuento del anciano en la plaza puede tener mil mensajes dependiendo de la forma, lo mismo cambiando la luminosidad del día, los colores, las luces, el clima, en fin.
Julio Cortázar en "Los aspectos del cuento" mencionaba que un buen cuentista no es aquel que fragua grandes historias sino el que tiene el poder de la magia para contarlas y no se refiere a elementos gratuitos o puramente decorativos sino a los métodos mordientes y seductores que atrapan al lector, de este modo podríamos hacer una obra maestra del vuelo de una mosca o un perfecto bodrio, de igual manera podríamos perder el poder de una gran historia o un genial guión sin el talento que se requiere para contarlo.
Para mi gusto no solo se aplica al cuento sino también a la novela, el cine, la crónica y muy especialmente a la poesía.
Yo no podría jamás cuestionar que tan loco estuvo Cortázar para escribir Axolotl, ni cuánto se drogaba Poe para llegar a escribir como lo hacía, ni al número de amores de Neruda, ni la vida personal de ningún autor, no podría cuestionar sus motivaciones ni que tan tristes estaban o no al momento de escribir sus obras.
No puedo cuestionar sus fondos sino maravillarme por la exquisitez de sus formas, no puedo exigirles explicaciones, ni dudar de ellos como personas porque lo que entregan es perfectamente superior a todos los cuestionamientos humanos.
Sus motivaciones y contenidos les pertenecen a ellos, la obra en su genialidad nos pertenece a todos.
Por mi parte tengo dos blogs, algunos han de saberlo, en la Casa del Castor puedo hablar desde mi sencillez humana y mi alegría donde convoco desde el alma, donde entrego mi contenido entero en su forma más pura.
En el otro uso un antifaz donde puedo escribir con libertad y dar rienda suelta humildemente a mi pobre poesía y donde no quisiera otra cosa que ser mirada por la forma del relato (al que podría calificar como de ciertas ambiciones literarias), sé que no siempre será asi, pero al menos quiero hacer saber que solo podría considerar aquellas valoraciones que apunten a la forma o a la generalidad del contenido y no al ánimo ni a la vida personal de quien escribe.
Es lo que creo.
Que el fondo sostiene y la forma mece,
El fondo es absoluto, la forma siempre es dinámica,
el fondo siempre es el mismo, no cambia, a menos que la forma juegue con él a su libre albedrío y lo moldee, lo seduzca, lo atrape.
El fondo es el corazón, la forma son los sentidos.
El fondo convence, la forma seduce.
Aún así nada son el uno sin el otro y sin embargo, si me volvieran a preguntar, diría que nada me gusta más en una lectura cualquiera sea que su exquisita, seductora, luminosa, musical, candente y bien cuidada forma.

jueves, junio 08, 2006

I Choose us


"La, la, la, la,
la, la, la, la, la,
means... I love you"
(Nicolas Cage, Family man)

I choose us
Me carga Nicolas Cage, porque Nicolas Cage es siempre Nicolas Cage en cada una de sus películas, siempre con esa cara de afligido ya sea en una de acción o en una romántica, pero Nicolas Cage es también como de esos placeres culpables, que aunque uno diga que no gustan igual los consume, igual he visto todas sus películas, igual algo tienen, igual me atrapan, "Hombre de familia"es una de ellas, la vi ya hace varios años (y la he visto muchas veces más) donde Cage es un magnate exitoso al que se le permite echar un vistazo a la vida que hubiese tenido si no hubiera viajado a estudiar al extranjero, si se hubiese quedado con el amor de su vida, si no se hubiese marchado dejándola atrás, en el pasado, en una vida que nunca iba a ser, sólo para ver que hubiera pasado si él hubiese optado por ello.
Y me encanta verla y reverla, porque al final (como solo era un vistazo) vuelve a su vida real, solitaria y llena de lujos.
Y me encanta verla porque yo hice exactamente lo contrario.

Me quedé.
“I choose us” le dice ella, la que hubiera sido su esposa.

Yo escojo lo nuestro.
I choose us.
La vez que escuché esa frase por primera vez fue como si las cortinas de mi mundo entero se hubiesen descorrido de una, fue la aprobación a toda mi lucha, a mi opción, fue la constatación de tantos años, de tanto tiempo, de tantas dudas... del:

¿Fue correcto? ¿La embarré? ¡Pero si era tan chica! ¿Y si no era el amor de mi vida?
Fue la certeza, el tapaboca a tantos que me dijeron: “No, tan joven jamás resulta, acuérdate, esos nunca duran mucho”
Pero se equivocaron.
Se equivocaron medio a medio y a veces me gusta mirarlos hacia atrás en el tiempo y hasta reírme un poco de ellos.
No me fui, no partí, no dirigí mi vida por esos vientos que se me venían presentando, y no lo hice porque de este lado de la cordillera estabas tú, tú floreciendo, tú y tus ojos bellos, tú y tu risa, tú y la promesa de muchos años juntos, tú y mi vida entera esperando, tú y el amor inmenso, tú parado en la mitad de mi vida, tú esperando que escogiera lo nuestro, tú.
Y escogí, no podía irme aunque el panorama de este lado se tornaba lleno de escollos, de durezas, de dolores, tan cuesta arriba...y no me fui.
Y no me equivoqué.
Tal vez sí hubiese tenido éxito, tal vez sí tendría más mundo y quien sabe cuantas historias por contar, pero no me arrepiento.
Y si, tal vez me queden un par de sueños inconclusos...escribir.. estudiar teatro...viajar...pero igual estoy feliz, porque hoy al igual que ayer y sin dudarlo ni un solo momento yo...yo escojo lo nuestro, siempre.

martes, junio 06, 2006

Teatro


"Ay mísero de mí, ay infelice!
Apurar cielos, pretendo,
ya que me tratáis así
¿Qué delito cometí contra vosotros naciendo?
aunque si nací ya entiendo
que delito he cometido"
(Monólogo de Segismundo,
Calderón de la barca, La vida es sueño)

La verdad creo que siempre lo supe, que venía conmigo desde que me formatearon.
No sé como no me di cuenta antes lo mucho que me gusta, lo que me hace realmente felíz, cuánto lo necesito: el teatro.
Debí notarlo cuando salí del colegio, o quizá mucho antes, en la época que iba al taller del profesor Jeria y por motivos que nunca me apliqué en cuestionar me dejaba simpre de primer actor y digo actor porque nunca hice papeles de mujer, quien sabe por qué, tal vez porque daba con la voz, con el tono, con la fuerza dramática que requería el papel, o porque tal vez ningún compañero lo lograba...no tengo idea.
La cosa es que yo vibraba cuando el profe decía: "Usted, usted va a ser Segismundo" (o el Quijote, o El Rey Lear, o Pierrot) y la cabeza me daba vueltas de alegría y el corazón no me cabía dentro del pecho.
De todas esas cosas me olvidé cuando tuve que elegir qué estudiar, siempre anteponiendo la presión de la familia, las carreras "rentables", el tiempo que apremiaba...nunca lo dije...nunca lo supe, no sé bien por qué y la vida pasó.
O tal vez no. Tal vez en esta mi segunda mitad se me presenten las cosas de manera diferente, tal vez sí tenga una segunda oportunidad y cuando lo pienso se me atropella el gozo en la garganta como si fuera a convertirse en llanto, en emocionado y alegre llanto.
Actuar, actuar, pisar un escenario portando en la mente y en el alma un texto aprendido, un personaje que ya no lo es, que ya es uno mismo, observar las caras atentas de la gente, ver como van cambiando su expresión a medida que empiezan a sentir las emociones.
Lograrlo, transformarme, llegar arriba, llorar, reír a carcajadas, matar con furia, sacar fuera toda la cofradía de demonios que llevo dentro, los ángeles, los misterios, las dudas, todas las fuerzas reunidas.
Es todo lo que quiero, todo lo que sueño en este mundo antes de dejarlo, poder transmitir con mi voz y mi cuerpo a un público expectante que solo premie el esfuerzo con un aplauso o con una sincera emoción.
No me interesa dónde, no pienso en dinero, no podría, las pasiones no se tasan, no se transan, las pasiones se respiran, se sienten y duelen, cómo duelen...
Y no hay más, no miro más allá que ese instante mágico donde una vez más un profesor (o un director tal vez) me mire a los ojos en medio de todos mis compañeros y me diga nuevamente:
"Usted, usted va ser Segismundo"

viernes, junio 02, 2006

Bella entre las bellas


80 años, 80 estaría cumpliendo hoy, siempre me he preguntado si habría sido tan mito de estar viva en nuestros tiempos...y que importa me respondo, que importa eso, si cuando jugamos con lo que pudo y no pudo ser el mundo podría cambiar por completo.
Que importa si su sino fue continuar bella por una eternidad y esa, esa es una estrella que no todos tenemos.
De vez en cuando, muy de vez en cuando, sobre todo cuando voy en la micro y veo mi reflejo en la ventana suelo encontrarme con la misma niña que fui a los catorce años, intacta, la misma mirada, la misma nariz, los mismos rizos, las mismas pecas , la misma imagen que vi proyectada una vez en el espejo de la balanza en el almacén de mi papá...luego miro de nuevo y me fijo en los detalles y no, definitivamente ya no soy la misma...y como quisiera.
El sueño de la inmortalidad, de la belleza eterna, no es solo cuestión de vanidad, también es de nostalgia, nostalgia de la energía, nostalgia de las ganas, nostalgia de la risa fresca, de los idealismos, de la vida por delante, nostalgia de los sueños que ya están cumplidos y no volveremos a soñar.
Pero Marilyn, Marilyn será siempre igual, petrificada en el tiempo, bella para siempre, así quedo su imagen para nosotros, cándida y ardiente, ingenua y fogosa, la imagen congelada en la memoria de tantos que la soñaron y que la adoraron, ella supo como hacerlo y le ganó al tiempo. Ella y sus curvas, ella y su pelo dorado, ella y su sonrisa linda, ella y sus cantos sensuales, ella, la que jamás tendrá 80 años, la que nunca morirá, Marilyn Monroe bella entre bellas e inmortal.