sábado, marzo 18, 2006
De ciertos terrores de otros años
"Si el negro no se duerme
viene el diablo blanco
y za’ le come las patitas
chicabumba chicabum..."
("Duerme negrito", Victor Jara)
Alicia La Goon fue por muchos años parte importante de mis terrores infantiles, nunca entendí lo que era, un especimen andrógeno, asexuado, analfabeto, tal vez mudo, solo sé que emitía unos sonidos guturales que me sonaban casi como conjuros malignos. Vestía de mujer pero su cuerpo era claramente masculino, musculoso y cubierto de vellos.
Goon, goon, que diablos era goon, el apellido, el lugar de donde venía, el sonido que emitía, la raza, ni idea.
El asunto es que soñé muchas veces con ella y de este modo Alicia quedó como protagonista principal en el elenco de mis terrores primeros.
No puedo precisar cuando fue el instante exacto en que le perdí el miedo a tantas cosas que me atormentaban.
Cuándo entendí que la lluvia persistente no era signo de otro diluvio universal, que los temblores eran solo en una región determinada y nunca temblaba en el mundo entero al mismo tiempo (al menos no en el estricto sentido de la palabra), que el mar no iba a salirse tan fácilmente inundando al mundo entero, al menos no sin que pasaran millones de años, que la Chupahuesos no era más que una indigente que rastreaba en la basura algún adminículo en desuso que pudiera servirle para comprarse un pedazo de pan o su cañita de vino, que no se comía a los niños, que ni siquiera daba susto, que los muertos no me iban a hablar por la televisión cuando hubieran terminado las transmisiones y Polstergeist no sería la más terrible película de terror que vería en mi vida, que las gárgolas de los edificios del centro no se despertarían por las noches para sembrar el terror en la ciudad, que eran solo estatuas intactas y frías, estatuas de otros años donde la arquitectura privilegiaba la belleza y el arte y que quedó allá tan arriba dominando los edificios donde la gente ya no las mira, donde nadie se detiene a obvservarlas ni admirarlas porque todos corren apurados, porque solo se miran entre ellos o a las vitrinas colosales cargadas de modernidad, donde nadie pareciera levantar la vista para saludarlas, y me parece que solo yo puedo ver su presencia pétrea y brindarles mi saludo.
No sé en que momento me di cuenta que Alicia la Goon no era más que un dibujo animado, que no existía (al menos no en el mundo real) y que jamás se me aparecería en la ventana por las noches con sus sonidos inentendibles...
A veces extraño mis terrores infantiles y los recuerdo con cariño cuando miro el mar meciéndose sereno o destellando en olas o me dejo mojar por la lluvia incesante, cuando le ofrezco una moneda a tanto chupahueso errante o cuando me siento al Pc y pongo, como hoy, su nombre en Google y la encuentro exactamente igual que antes, con su sombrero coqueto terminado en una flor y hasta me da un poco de risa el haberle temido tanto...
¡Hola Alicia! -le digo-
Nunca entenderé que es lo que me respondió.
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12 comentarios:
Miedo de mi infancia..
Los pitufos.. Era horrible, los veia por todos lados..
Los Pitufos ..Panico total!!!!
Un abrazo amiga mia
Exito
y eso que el nero soño con este mismo personaje,casi se nos va al hades mismo...
eternos son los temores de niños, jeje pero que dibujo, como tanto temor?, weno yo no le temía a algún dibujo, la verdad esque mis sueños algo tormentosos eran cerca de las tumbas, cruces, noche, calaveras y esas cosas, pero ya no dan miedo, ya es parte de mí, de mi noche, mi larga noche, ahora hasta los murcielagos me temen y a la vez me acompañan, no es a modo de fantasia o de my picture, es lo cierto.
chaux
Muchos de los miedos infantiles son inculcados por los adultos... nada me desagrada más que le digan a un niño que se coma la comida o vendrá un viejo a buscarlo, debería venir alguien y llevarselos a ellos por no tener la imaginación suficiente para insentivar a un niño sin tener que asustarlo... mi miedo infantil era la oscuridad... el no poder ver que había a mi alrrededor me aterraba.
saludos
Recuerdo de niño al acostarme, me daba temor mirar debajo de la cama en la oscuridad al igual que mirar hacia la puerta. Se dibujaban en mi mente figuras entre sombras que tomaban formas que no se podían describir. Eran formas que cambiaban constantemente según fijaba la mirada en ellas. La única opción era acostarme de cara a la pared y evitar que la vista y la imaginación me jugaran una mala pasada.
Saludos
Ja, yo también le tenía mucho miedo a Alicia La Goon, su figura y su manera de expresarse me daba terror, pero a mi hermano le encantaba y como solo teníamos un televisor y él era el mayor, ganaba y se veía lo que él quería, asi que no me quedaba otra que no ver televisión.
Un besito
la frase de las gárgolas, me la quedo en la memoria, vale?
este es, de entre todos tus post, mi favorito... te veo reflejada aquí de manera diferente
el miedo es lo único a temer, a veces es mejor vivir y equivocarte, que no vivir gracias a inseguridades infundadas
así no se vive, tal vez
dato freak, del bro freak:
popey el marino, competia con brutus, por olivia oil (unica mujer en toda la historieta). En ese tiempo, las chicas de cuerpo delgado eran de familia alta, pues comian regularmente y podian darse el lujo de seleccionar sus comidas.
La bruja no cuenta, porque es bruja (aqui entra la analogia con la suegra), la tira comica esta plagado de machismo. La chica escoje al que da el golpe mas fuerte.
Alicia? alicia no es mujer, es un androgino.
besos
me conecté, te escribía hola y ahí, desapareciste.
Oye, en verdad ese mono animado en particular es muy terrorífico, a mí también me inquietaba mucho.
cuál será el momento ése en que tantas cosas dejan de atormentarnos. Debe ser el mismo en el que los juegos pierden su magia y el universo deja de estar animado para volverse un simple cúmulo de cosas reales.
(Este verano me dediqué por primera vez a mirar a lo alto los edificios del centro, y ahí las descubrí, observándonos con infinita paciencia. en realidad, también son un poquito tétricas, como muy góticas, juá)
Me encantó tu post.
Bechito
Nunca me gustó popeye el marino... siempre me dejaba con una sensación de vacío que no entendía de pequeña, porque, claro, de pequeña no sabía que una sesaciónd e vacío era eso. El de las hamburguesas, brutus, olivia la flaca, fea, vendida e interesada novia del mejor partido, la bruja... sensación de vacío.
Oiga, le quedó bonita la casa. disculpe la demora de la crítica positiva. Un abrazote.
Sobre los terrores infantiles podemos hablar largo y tendido. Al leer tu relato aparecieron de golpe en la memoria de los tiempos, el hombre de la bolsa, el niño del maizal, las sombras chinescas y el cuartito abajo de la escalera. En fín, una mirada retrospectiva a nosotros y los miedos. Abrazos.
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