viernes, enero 06, 2006

"El Pedro"


Hoy ví al Pedro.
Hace tantos años que no lo veía.
Conocí al Pedro en el Prejuvenil de la capilla, en ese tiempo yo tenía como catorce años y el Pedro era más chico, tenía como once.
El Pedro era muy pobre, venía de una de esas familias tremendamente humildes y tenía como 8 hermanos, era chico y muy flaco, las mechas tiesas, duras como clavos, tenía un aire a Papelucho, era negrito y feo como el diablo.

Usaba una camisa muy limpia y muy añosa y unos pantalones cortitos en tonos verde, lo recalco porque la vez que lo veía andaba con la misma ropa, aunque siempre muy limpio y bien peinado a pesar de lo porfiado de su pelo, su dentadura era un desastre y siempre me pregunté como a alguien le podían caber tantos dientes dentro de una misma boca.
Como yo era algo más grande me trataba de “Señorita” y si algo me llamaba la atención era su buena forma de comunicarse, conversaba muy bien, modulaba perfecto y era extremadamente educado en el trato con las personas.
El Pedro hacía fletes en la feria y siempre que yo lo veía andaba trayendo en su carretón el diario, sus cuadernos y algún libro.
Se lo pasaba leyendo y conforme fue pasando el tiempo siempre que me lo topaba tenía algún tema interesante que plantear, preguntaba por la familia con su educado interés y siempre se alejaba dando la mano y expresando buenos deseos.
Muchas veces imaginé al Pedro en alguna facultad, con anteojos y sus dientes algo más compuestos estudiando alguna carrera y abriéndose paso en este mundo, no me cabe duda alguna que habría sido un excelente profesional.
Lo imaginaba con un delantal blanco ejerciendo la medicina en algún pueblito rural, o como abogado siempre con sus eternos libros bajo el brazo dominando al dedillo cada una de las leyes, porque con su capacidad intelectual no pongo en duda que habría podido perfectamente serlo.
A veces lo imaginé también dirigiendo alguna empresa, porque era hábil en los pequeños negocios en que alcancé a verlo. Y también lo vi leyendo el Mercurio en una gran casa con piscina un domingo en la mañana rodeado por su señora y unos tres o cuatro pequeños tan feítos como él.
De hecho, creo que hasta lo admiraba.
La perseverancia en el trabajo aún en sus cortos años, su anhelo de superación, sus ganas inmensas de aprender, de abrirse paso en la vida, aún en la adversidad de su pobreza, de su familia eterna y numerosa, de su evidente desnutrición y de su poca gracia física.
Sí, creo que admiraba al Pedro y hasta me gustaba gastar largas horas en conversar con él.
Nunca más le volví a ver, cuando dejamos de ser pre-jóvenes nuestras vidas tomaron rumbos diferentes.
Yo seguí mi camino tratando también de aprovechar al máximo las oportunidades que la vida me presentó y tratando de lograr con gran esfuerzo mis metas.
Hoy en la micro me fui observando como siempre a las personas en la calle, entre el fervor del verano y el sopor de la tarde.
Y subió el Pedro a la micro, está re-grande y tiene la misma cara,
las mechas tiesas y su ensalada de dientes
y recordé de inmediato todos los momentos que viví con él,
no sé si me reconoció, lo miré y me sonrió.
Hoy subió el Pedro a la micro.
Estaba vendiendo helados.

16 comentarios:

Claudia Castora dijo...

Quien sabe,
Hola Candy me alcanzó a decir,
le compraron un par de chocos
y se bajó.
Espero que sí.

Unknown dijo...

da imoushon

porqué no le diste un beso??!!!!!

Roberto_Carvallo dijo...

en este mundo casí nadie, puede ser feliz vendiendo helados, a lo mejos puede conformarse, acostumbrase, pero feliz. además existe la felicidad? que es la felicidad.

pucha dulce dama, me dió rabía cuando leí su relato, y renació mi espíritu anarquista de juventud. además, ayer entre la controlada fiebre de mi virosis, vi la película Sacco & Vansetti.


adios encantadora dama.

Xiao Mei dijo...

es triste ver que una persona con aptitudes para mas no lo consiga, por lo general ¡por falta de oportunidades!
tengo un amigo al que la vida siempre lo trato mal (no detallare todo lo que le ocurrio). lo deje de ver por muchos años hace poco me lo tope en la calle y me fue tan impactante verlo con una muleta producto de la amputacion de su pierna por culpa de un accidente...de verdad no se porque la vida se ensaña tanto a veces con algunas personas.

saludos

Dtalix dijo...

llegue... a valpo, es ke en la semana estoy en stgo y es dificil revisar el blog, sobre su comentario en mi blog querida amiga Kiantei, ahora si ke le esta dando en el clavo y comprendio en menos ke canta no se ke mas sigue, lo ke escribi, pero weno la idea es ke la persona aludida lo entienda y asi fue ahora daremos una welta de carnero radical, esperece no mas amiga.

nos vemos kizas por alla, jeje
chau

Gullveig dijo...

El mundo esta repleto de Pedros,
y vender helados a los treinta seria algo asi como la regla, en esta sociedad de mierda. Donde no te alcanzan los dientes para pelear por tus sueños y ni hablar de tus derechos...

Buen post.
un beso
y mil gracias por tus magicos deseos

Francisca Westphal dijo...

Hay tantos Pedros en el mudno, chiquillos con capacidades infinitas pero con entornos tan perjudiciales y no todos logran superar y traspasar lo que les toca para lograr sus objetivos... ojalá sea feliz el Pedro...

fgiucich dijo...

A medida que leía el relato, también me imaginaba como sería Pedro hoy día y, al final, cuando lo ví heladero, sentí un dejo de amargura. Pero la vida es tan sorprendente y no a todos se nos ofrecen alternativas (o no sabemos aprovecharlas). Me encantó. Abrazos

dulcis-e dijo...

De alguna forma repartiendo su dulzura.......

:) besitos dulces

Tontograve dijo...

hay un capitulo de plan z....
buieno, la pregunta del cuervo es la necesaria, me sumo a ella.

Indianguman dijo...

Te pasaste de nuevo, cómo puedes decir tanto con una historia, real, como las micros que locas corren por nuestra acalorada ciudad.
La desigualdad social no deja de producirme una profunda pena cada vez que vuelvo a mi país...
Ay
cómo estamos para un heladito en el paseo Ahumada? :)

Sergio I. Gajardo Ugás dijo...

Solo fe y animo para cumplir sueños

Llueve en primavera dijo...

como ame tu texto...
llegeu aqui de casualidad
y tu historia me dejo un gustito
dulce amaago..

camilo brodsky dijo...

ufff. eso estuvo duro...

Laura dijo...

Me entristecen mucho situaciones como las que describes. A menudo me suceden y me da pena ver gente que no ha podido realizarse segun sus capacidades.

Saludos

Pamjv dijo...

uf...!!! me sacaste lágrimas, pues yo también en mi vida conocí a un Pedro..., ése no era ese su nombre, pero lo describiste tal cuál como yo lo recuerdo... lo único que faltó era que mientras recorría la feria con su carro de madera vieja y podrida, en busca de un pitituto, le cantaba a las señoras para alegrarles la compra (como él decía)...

Siempre me pregunto por él, cómo estará, habrá alcanzado su meta de ser contador... no sé, me gustaría encontrarlo, pero no como tú, no vendiendo helados, sino demostrando que le gano al absurdo de ésta sociedad.

un beso y gracias como siempre