miércoles, agosto 17, 2005

Mmmmmmm.....



(Antes que nada quiero aclarar que dejo a mi oso de lado y que lo amo con toda mi alma desde el principio y hasta el fin)

Cómo me gustan los hombres, que diablos, no puedo hacer nada al respecto. Me encantan. Y en esto si estoy generalizando.
Y los miro en el metro, en la calle, en la tele, en todos lados, y me encantan cuando pasan por mi lado y dejan ese aroma, no a perfume, tampoco a sudor, sino esa esencia como tan masculina que llevan.
Y me encanta mirar sus labios y soñarlos en un beso eterno. Y mirar sus hombros, grandes, protectores, qué ganas de fundirme en un abrazo de esos.
También me encanta como escriben muchos de ellos, de hecho, este escrito de hoy me lo inspiró uno de los tantos blogs cargados de poesía en los que me tocó caer y en el que como tocados por una varita divina muchos de ellos se volcaron en pensamientos y en poesías súbitas.
Y me encantan los que son profesores porque creo que no hay profesión más noble y apostólica. Me gustan los enfermeros del Samu con sus tenidas enteras blancas, me gustan los pacos en moto con esas poleras verdes que dejan ver sus torsos tan firmes, y los que leen noticias en la tele, tan compuestitos, tan hombres fieles, tan pulcros, los modelos de Avon, uno que otro chofer de micro, los conductores del metro (quien no les ha pegado su miradita justo cuando viene el tren), y los universitarios chascones y hasta el Longuerira me gusta. Qué atroz.
A veces me avergúenzo un poco de mí misma, a veces hasta me siento la versión femenina del Pancho Melo en Los treinta, pero que diablos.
Y hoy, hoy ví unos ojitos hermosos que me derriten, y no hay nada más, solo los ojitos, la mirada picarona, el gusto de lo inimaginable, el sabor de la prohibición. Mejor me callo.
Y me callo porque igual soy fuerte, igual me la puedo aguantar. Igual dura.
Y me callo porque no he visto mejor torso que el de mi oso aunque no se ponga polera verde, ni se vista de blanco, ni modele para Avon, ni sonrisa más hermosa que esa cuando le explota natural, ni un brillo de ojos más luminosos que los suyos cuando sonríe, ni labios más deliciosos, ni una piel más bella que la suya.
Eso sería, me emocioné, mejor me voy y me salgo a refrescar a lo que queda del invierno.
Mejor me refresco antes que...antes que...mmmmm

5 comentarios:

Catalina Pimentel dijo...

e_e

Tontograve dijo...

;)

Lo de Verdad dijo...

jajajajja. a mi me pasa lo mismo! je.

Roberto_Carvallo dijo...

mmmmmmmmmm...interesante

hetsah dijo...

a ver
tenemos la culpa de esas espaldas, hombros, manos,los sabor de besos?
Y el olor, ese aromita especial del x especial, que sorpresivamente aspiras,
despues, despues?